Estoy comenzando a pensar, que
tenía que haber titulado este blog, Diario de una mamá trabajadora, en lugar de
Diario de una mamá novata. Y es que el gran reto no es afrontar ese gran
desafío que es la maternidad, sino compaginarlo con una carrera profesional.
Cierto es que cuando comencé a
escribir este blog aún estaba disfrutando de la (exigua) baja por maternidad, y
que aún no sabía que lo realmente agotador estaba por llegar. Y es que los
primeros meses son muy duros porque te encuentras fatal después del parto y
tienes una criatura de la que hacerte cargo sin saber muy bien por donde
empezar, eso sin hablar de las noches sin dormir, que son un auténtico horror. Sin
embargo, el gran problema, aquello que no es un sprint sino una carrera de
fondo a la que no le vas a ver nunca el final, es a tener dos trabajos, es
decir, a ser una madre trabajadora.
En primer lugar en España hay
gente que ha oído hablar de algo llamado conciliación laboral, algo lejano y
remoto, una especie de mito legendario como el yeti o el monstruo del lago
Ness, seres que hay dice haber visto, pero que todos sabemos que no existen
realmente. Lo que si que existe es la reducción de jornada por maternidad, que
en la mayoría de los casos se traduce en: trabajo unas horillas por cuatro
perras que no me alcanzan ni para pagar la guardería y además lanzo mi futuro
profesional por el WC; o la solución intermedia, reduzco mi jornada un mínimo
(por el que me quitan una pasta en el sueldo), de manera que no tampoco se note
demasiado en el trabajo (aunque tú si lo notas, porque trabajas menos horas pero
con el mismo volumen de trabajo, es decir, mucho más estresada y encima
cobrando menos) tratando de que no afecte a su carrera, y llegas siempre la
última a recoger a tu hijo a la guardería. Y luego están las que trabajan igual
que antes, y apenas ven a sus hijos que cuidan otras personas.
Parece ser que hay empresas que
te permitan hacer jornadas intensivas en lugar de reducidas, pero creo que es
una dimensión paralela o algo así.
Mi solución es la intermedia, que
tengo que decir que no sé si es la mejor. Yo tengo el mínimo de reducción que
permite la ley (trabajo 35 horas semanales, en lugar de 40), lo que me permite
llegar por la tarde a recoger a mi hijo a la guardería (aunque siempre lo haga
tarde), lo que implica que me quitan una pasta todos los meses del salario, y
como tengo el mismo trabajo o más que antes y estoy menos horas en la oficina,
tengo un estrés que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Porque una cosa hay
que tener clara, nadie en tu trabajo va a tener en cuenta que tienes reducción
de jornada, tú tienes que rendir igual y sacar la misma cantidad de trabajo
adelante, independientemente de las horas que curres y de lo que cobres a final
de mes. Pero aunque no sea lo ideal, para mi fue la única opción porque
económicamente no podía permitirme más reducción y laboralmente creo que
tampoco, me he dejado la piel para conseguir lo poco que tengo. Pero por otro
lado, quería disfrutar de mi hijo, que para eso lo había tenido, y soy de las
que piensa que los niños tienen que estar con sus madres, no con extraños.
Así que mi vida básicamente consiste
en ir estresada a trabajar por todo lo que tengo que hacer en menos horas,
salir corriendo del trabajo para llegar invariablemente tarde a la guardería,
llegar cansada a casa, tanto que me cuesta hasta jugar con mi hijo, tratar de
medio recoger la casa y arrastrarme hasta la cama. Bueno, eso y encima estudiar
inglés.
Y antes de que alguien se
pregunte que pasa con el padre de la criatura, decir, que éste se ocupa del
niño en lo concerniente a jugar con él, pero ocurre siempre baños, cenas,
limpieza, casa, recae íntegramente sobre mi.
Creo que nunca en mi vida me he sentido tan cansada.Sé que hay madres que no trabajan, por favor las hago un llamamiento desde aquí, no se quejen delante de las que si lo hacemos; recordad: hacemos lo mismo que vosotras, pero después de ir a trabajar. Sinceramente, hay quejas que ofenden.
Tu jefa es una grande, no creas que todas piensan así.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el post.
Totalmente de acuerdo! Es imposible llegar a todo al final del dia. Tal y como están las cosas hoy en dia la `conciliación no existe`
ResponderEliminarPues cuando escribí esto tenía sólo uno, ahora tengo dos, estoy enferma de agotamiento.
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