viernes, 24 de mayo de 2013

Crónica de 9 meses: Parto y Pauperio:

Tras romper aguar a las siete de la tarde, me sequé el pelo (me acababa de teñir), y con mi marido y mi madre, que casualmente estaba en casa, me dirigí nuevamente, y por segunda vez en el mismo día, a Santa Elena.

Esta vez no me mandaron a casa. Tras decir que había roto aguas, me pasaron con la misma matrona que por la mañana, quien tras examinarme avisó a otra matrona que, por fin, me acompañó a la que habría de ser mi habitación.

En la preparación al parto habíamos hablado del plan de parto, una especie de folleto en el que indicas si quieres o no enema, episotomía, etc... yo en su día lo miré y me pareció una tontería con mayúsculas. ¿Quién soy yo para decirle a un médico lo que puede hacer o no? en un parto pueden surgir muchos imprevistos, y sinceramente creo que hay que confiar en el buen hacer de los profesionales, más en un caso como el mío, que al dar a luz por privado te atiende tu propio ginecólogo.

Respecto a los puntos que en el dichoso plan de parto indicas si quieres o no que te hagan, a mi me los hicieron todos, y sinceramente tampoco es para tanto. Según subí a planta me pusieron un enema; de lo que es el propio enema ni me enteré que me lo ponían y luego, pues bueno, vas al baño, ¿y? no es tan horrible como para rechazar que te lo pongan, y es algo higiénico, no me pareció mal.

Luego me rasuraron, pero si que es cierto que únicamente la zona que rodea la vagina, no todo el pubis. Es algo de lo que no te enteras. De la episotomía hablaré más adelante.

Una vez en planta, hecho el ingreso y puesto el camisón del hospital, sólo quedo esperar. Esa fue la peor parte. No voy a engañar a nadie, las contracciones duelen, mucho, muchísimo, un horror, y las famosas respiraciones de la preparación al parto no valen para nada, de hecho la preparación al parto en si misma no vale para nada, yo estoy por descubrir algo que me haya valido. Cuando ya no podía más del dolor, le dije a mi marido que llamara pidiendo la epidural, pero no lo hizo porque decía que era muy pronto, que llevaba muy poco tiempo. Finalmente, cuando vio que le iba a sacar los ojos si no me pedía la epidural, llamó las enfermeras.

Una vez en el paritorio, vino el anestesista. La gente cuenta mil historias y ninguna buena sobre la epidural, yo tengo que decir que mi experiencia fue maravillosa. El anestesista se tomó un rato en examinarme la espalda, y en un momento determinado me dijo que no me moviera, justo me venía una contracción así que apreté las uñas contra las rodillas y no me moví. Me dijo que notaría una presión, pero lo cierto es que no noté nada de nada, ni presión, ni el pinchazo, ni nada. Me la puso a la primera y de maravilla, me dolió más cuando me pusieron la vía.

Si que es cierto que al día siguiente me dolía la espalda en el sitio donde me habían pinchado, pero nada en comparación con unas contracciones de parto. De verdad, ¡viva la epidural!

Cuando me pusieron la epidural estaba de un centímetro de dilatación. La matrona me tumbó (en una postura medio de lado súper incómoda), y para su sorpresa a los pocos minutos estaba completa, es decir, que había dilatado del todo. Según me explicaron después ésto se llama parto precipitado. Nadie se esperaba que una primeriza dilatara tan rápido, si me animo a tener otro hijo todos los médicos me han dicho que soy de las que pare en el coche.

La matrona dijo a la enfermara que llamara a mi médico. Yo entré a urgencias diciendo ya que cuando iban a avisar a mi ginecólogo, presentía que iba a ser un parto muy rápido, de entrada tenía contracciones cada cuatro minutos, y la respuesta de la matrona fue que ellas sabían cuando tenían que avisarle. Total, que le llamaron cuando había dilatado y al minuto le tuvieron que volver a llamar para decirle que no fuera a la clínica porque no llegaba a tiempo. Sin comentarios...

Pero es que no sólo no llegaba a tiempo mi médico, es que tampoco daba tiempo a que subiera el que estaba de urgencias en el hospital, me atendió el parto la ginecóloga que estaba en el paritorio de al lado del mío. La matrona dio una voz y preguntó a la ginecóloga de al lado si había terminado, ésta le respondió que si que se iba a casa, vamos que no la dejaron irse porque mi niño tenía ya la cabeza fuera, y para colmo venía con una vuelta de cordón. A consecuencia de dicha vuelta de cordón, tuvieron que hacerme una episotomía, algo que si que había estado hablando con mi médico en consulta, quien me aseguró que él sólo las hacía si era necesario, ni las hacía por sistema, ni dejaba que una paciente se le desgarrase.

No me dieron muchos puntos, sólo cuatro, que para ser primeriza son pocos, los justos para poder quitarle a mi niño la vuelta de cordón, pero dieron la lata y mucho. Al día siguiente y cuando se pasó el efecto de la epidural, ya me empezaron a molestar, pero durante la semana siguiente no podía casi ni sentarme. Según la matrona del ambulatorio de la Seguridad Social, se me había infectado un punto, infección que su opinión se debía al hecho de haber dado a luz en "uno de esos hospitales", en referencia a Santa Elena, vamos, que mis molestias eran debidas al hecho de no haber parido en la Seguridad Social. Sin comentarios....

Como no me fiaba (lo siento, creo que no puede saber lo mismo alguien que estudia una carrera de 6 años, más MIR, más especialidad, que alguien que estudia una de 3, y más si en su opinión la causa es haber acudido a un centro privado) me fui a la consulta de mi médico. Resultado: se me había abierto la herida, por dentro y por fuera, de ahí las molestias. Tuve que lavarme con un gel cicatrizante dos semanas hasta que se cerró...

Pero volvamos al parto.

Avisaron a mi marido para que bajara al paritorio, y obviamente no le dio tiempo a ver nacer a nuestro hijo. Cuando llegó al paritorio ya me estaban cosiendo. Aquella noche apenas dormimos, la enfermera de noche entraba en la habitación cada 15 minutos... Acababa de empezar nuestra Odisea como padres.

De aquel 20 de marzo, tengo dos imágenes grabadas que creo que no olvidaré nunca, la primera fue la primera vez que vi a Álvaro, cuando me lo pusieron encima en el paritorio; la segunda, fue al despertarme la mañana siguiente, la enfermera me había dejado al niño conmigo en la cama para que mamara, y nos habíamos dormido los dos, cuando me desperté  mi bebé me miraba fijamente desde mis brazos.

En breve empezó la riada de visitas. Lo único cierto que me dijeron en la preparación al parto es que a una mujer que acaba de dar a luz se la va a ver al día siguiente, porque después tiene un fuerte bajón hormonal, que gran verdad.

El primer día en el hospital fue como la seda. Muchas visitas, cierto, pero con muy buen ambiente, yo estaba cansada, de hecho, si estaba mucho de pie me mareaba, cuando las enfermeras me dijeron que me tenía que duchar, se tuvo que quedar mi madre con el niño y ducharme mi tía. Pero guardo muy buen recuerdo de ese día. Lo malo empezó al día siguiente, cuando comenzó mi calvario con la lactancia (esa será otra entrada), y las hormonas comenzaron a hacer de las suyas. El segundo día hubo aún más visitas, la mayoría de la gente se queda sólo un momento, o se va si se acumula la gente en la habitación, pero hay quien no ve más allá de sus narices, pero bueno que se le va a hacer.

Del segundo día recuerdo especialmente un comentario de un amigo de mi marido, quien tiene dos hijos, y me dijo que si ya había llorado, le contesté que no, y me dijo, pues ya lo harás. Que gran verdad.

La vuelta a casa es un momento curioso. Recuerdo sobre todo la mesa del comedor llena de flores, daba gusto verla, la saqué muchas fotos. Además, al principio todo el mundo te mima mucho, hubo un día con mis padres y mis tíos que abrimos una botella de Möet Chandon, y mi padre me trajo bombones de la calle Serrano, todo era alegría, celebración, y además aún no estábamos muy cansados.

Durante los primeros quince días mi madre y mi suegra nos hacían la comida, porque esa es otra, la desorganización casera que se tiene. Pero todo eso se acaba, y llega un momento en el que te tienes que enfrentar tú sola a la nueva realidad, y eso es muy duro. Hasta la llegada del bebé tú tienes tu vida y tu casa organizada, y ahora todo se trastoca.

Si alguna mamá primeriza lee ésto, que me acepte los siguientes consejos:

- Pasa de la casa. No te agobies si el baño está sucio o las pelusas campan a sus anchas. Como me dijo una madre, "esto es una maratón, no un sprint, guarda fuerzas". Yo lo que hacía era ponerme pequeñas tareas para cada día, y al cumplirlas me sentía mejor. Aunque lo mejor sin duda es contratar una asistenta. Ah, y pide a tu madre y tu suegra tuppers con comida, fundamental.

- Vas a estar agotada por el parto, el más mínimo esfuerzo es un mundo, por lo que si puedes no te vayas a tu casa, vete a casa de tu madre, de tu suegra, de una tía... en definitiva de cualquier mujer de tu familia que sea madre. Te entenderá porque ella lo ha pasado antes, cuidará de ti, y te ayudará con el bebe. Y no te vayas menos de un mes (el primer mes es horrible), vas a estar cansada, agobiada, y encima tienes que asumir tu nueva realidad como madre, y si encima das el pecho ya ni te cuento. Deja que te mimen.

Si vives fuera de tu ciudad natal, vete a dar a luz allá de donde seas, porque la persona que más a necesitar durante el pauperio, no va a ser ni tu marido, ni a tu hijo, va a ser tu madre, te vas a agarrar a ella como un naufrago a una tabla de salvación.

- La preparación al parto no sirve para nada. Si no tienes mucho tiempo durante el embarazo, ahórratela. En su lugar deberían dar clases de cuidado del recién nacido, eso si que sería útil, sobre todo para las madres primerizas.

Este último punto, lo he comentado con otras madres que hicieron la preparación conmigo y que me ido encontrando, todas dicen lo mismo. Una me comentó que a ella le dieron el alta, mientras su hija se quedaba ingresada, hubiera agradecido que le comentaran esa posibilidad en la preparación.

Todas coincidimos en lo mismo, deberían prepararnos para lo que viene después. Y no hablo de los loquios y los entuertos, no, hablo del aspecto psicológico del pauperio, algo de lo que nadie te habla, y que sin duda es lo más duro.

Traer un hijo al mundo es una revolución hormonal para tu cuerpo. Ya he comentado que un padre con experiencia me preguntó si había llorado, nadie más me lo había dicho. Hay que saberlo, se llora y mucho, son las puñeteras hormonas. Hubiera agradecido que en la preparación al parto nos hubieran hablado de lo que se siente después de dar a luz. Tras bucear por Internet, he descubierto que a eso se le llama tristeza postparto, y es más leve y corta que la depresión postparto que suele aparecer hacia el tercer mes, y que no se pasa con el tiempo. La tristeza desaparecer alrededor de la quinta semana de vida del bebe.

Yo estuve fatal. Sinceramente creo que más que tristeza tenía una depresión en toda regla. La casa se me venía encima (yo estoy acostumbrada a salir y entrar, y casi ni entrar), todo a mi alrededor era caos, porque con el niño hasta hacer la cama es complicado (yo soy súper ordenada), me sentía, y siento, tremendamente sola (mi familia y amigos no viven por la zona, y me paso las tardes dando paseos yo sola con el niño por el barrio), tenía que cuidar de un recién nacido sin tener mucha idea de lo que hacía... pero sobre todo tenía la eterna sensación de hacerlo todo mal. Lloraba a todas horas. El pensamiento de que mi marido y mi hijo estarían mejor sin mi era constante, me llegué a plantear coger el coche y soltar las manos del volante, así acabaría todo. Fue un pensamiento muy persistente. Finalmente lo supere con el tiempo, y mi propio impulso de superación.

A mi me ayudó mucho hablar con otras madres, no con otras mujeres, con otras madres. Son las únicas que te van a entender porque lo han pasado antes, y he comprobado que da igual los años que hayan pasado, ninguna olvida lo mal que lo pasó después de dar a luz.

Si alguna madre primeriza lee estas líneas, que no se asuste en el postparto, es normal tener sentimientos tipo " en que momento me quedé embarazada" , " quien me mandaría  a mi", e incluso sentir rechazo hacia el bebe, si, rechazo. A tu hijo no le quieres inmediatamente, le vas queriendo con los días, y encima es el motivo por el que tu vida está patas arriba. Por suerte, yo tuve hace años una compañera de trabajo que me habló de esa sensación al contarme el nacimiento de su hija, por eso no me pilló por sorpresa. Deberían comentarlo en la preparación al parto, en lugar de las tonterías que te sueltan porque estoy segura que a alguna madre le ha agravado la tristeza postparto, e incluso le ha desencadenado en una auténtica depresión postparto.

También a mi me ayudaban, y ayudan, mucho las visitas. Sé que probablemente no a todo el mundo le pase igual, pero a mi me encantan. Son un lazo de unión con el mundo, un trocito de tu antigua vida que se integra en la nueva, porque hablas y te entretienes mientras cuidas a tu bebe, y se lo presentas a tus familiares y amigos.

A todo lo anterior hay que añadir la falta de sueño. Yo lo llevo muy mal. Que le voy a hacer soy muy dormilona. A mi eso de despertarme cada 3 o 4 horas, me mata, sobre todo porque me quedo ya desvelada y me cuesta volver a coger el sueño. Pero es algo inevitable, hasta el bebe más bueno se despierta para comer, es cuestión de tiempo y de coger rodaje como madre.

10 comentarios:

  1. Qué de acuerdo estoy en que no nos advierten de lo duro que puede llegar a ser el puerperio, yo también volví a los cuidados de mi madre, y eso que viven a 200 km de mi casa!! Sobre el parto no puedo decir lo mismo, pienso que es muy importante de cara al mismo prepararte, sobre todo informarse cuánto más mejor, el conocimiento hace que llegues más tranquila al día del mismo y el plan de partos ayuda a prevenir que suframos violencia obstétrica. Sólo hay que leer relatos de partos de mujeres para darnos cuenta de que esa violencia sigue muy presente. La violencia obstétrica puede suponer un trauma para la vida de la mujer además de contribuir o incluso ser la causa de una depresión postparto. Aquí comparto mi relato de parto por si te interesa, a mi me encanta leer sobre las experiencias de otras mamis:

    http://mama-novata-a-la-aventura.blogspot.com/2015/04/parto.html

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    1. Yo es que sinceramente creo que los médicos son los que saben, han estudiado 6 años más el Mir y la especialidad, y me parece un error tratar de enmendarles la plana simplemente porque ahora se haya puesto de moda que seamos nosotras las que demos instrucciones y no al revés. Es más, me parece peligroso.

      Es como en mi trabajo, yo soy abogado, y parece que todo el mundo lo sea hasta que se demuestre lo contrario, todo el mundo parece saber y no es así.

      Con esto no quiero decir que no haya casos de partos mal enfocados, pero con lo que no estoy de acuerdo es con esta moda del por ejemplo " no quiero episotomía", el médico sabrá lo que hay que hacer.

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    2. Mencionas la episiotomia y, es un buen ejemplo. Según la OMS no es necesaria en más de un 20 %, pues en España la cifra se va a casi el 90 %, digno de terror.

      Los médicos han estudiado mucho y por eso no importa si te ponen epidural pese a que en muchos casos está comprobado que para las contracciones (cosa que no suelen decir) pues, come médicos que son, te chutan otro medicamento, la oxitocina para que vuelvan. La oxitocina puede generar mayor sufrimiento fetal pero, ¿qué más da?, si la cosa se pone fea pues cesárea al canto, que ahora las hacen fenomenal, casi no te dejan cicatriz y en un plis tienes al bebé en brazos. Y así es cómo algo que podría haber transcurrido de forma natural se convierte en algo complejo, la mujer y bebé sufren más riesgos innecesarios, y aún todavía tenemos que dar las gracias que "nos han sacado a nuestro bebé" sano y salvo...

      Cuando el número de cesáreas, forceps, episiotomias, y un largo etcétera de intervenciones supera con creces el número recomendado por la OMS algo está yendo realmente mal...

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    3. Yo de lo que diga la OMS no fío un pelo, me parece que dan palos de ciego. Además, el poco crédito que les pudiera tener se fue al traste cuando obligaron a cientos de gobiernos a comprar un medicamento carísimo a Roche Farma para una supuesta pandepidemia de gripe A que nunca se llegó a producir.

      Las episotomías favorecen la salida del niño, y todo lo que sea bueno para él o ella, adelante, y te lo dice una mujer a la que se le saltaron los puntos de la suya y las pasó canutas.

      Respecto a la epidural, si alguna mujer no la quiere, estupendo es su opción, pero yo la pedí a gritos desde la primera contracción, sufrir me parece estúpido. Yo tengo amigas que han tenido partos con y sin epidural y me dijeron que no fuese tonta y me dejara de gaitas que la pidiera. Porque no sé de donde eres, pero aquí en Madrid la tienes que pedir expresamente, no te la ponen sin más (en lo público y en lo privado).
      Además, con esta moda de parto natural a toda costa, y que no hay que hacer cesáreas, y que el parto lo atienda una matrona (hasta que la cosa se complica), conozco ya dos casos de niños con parálisis cerebral por daños en el nacimiento, así que lo siento, prefiero una cesárea a tiempo.

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  4. Primeramente decirte q me encanta tu crónica, estoy de 35 semanas de mi segundo bebe y me ha dado por buscar crónicas de partos. Mi primer hijo fué cesárea por rotura de bolsa y después de 24 horas sin terminar de dilatar. Sinceramente en ningún momento dudé que los profesionales hicieron lo que tenían q hacer por mí y mi hijo. No me sentí frustrada por haber sido cesárea, ni creo ser menos madre por ello. Ahora me han dado la opción de tener un parto natural, el cuál quiero intentar....pero que si finalmente no se puede, pues ni modo...tendré q aceptarlo. Leo un montón de crónicas de chicas q parieron sin epidural, algunas en casa, y lo orgullosas q se sienten de sí mismas por haber aguantado, porque su parto fue 100% natural...o algunas con un deje de frustración por no haber conseguido aguantar y pedir la epidural. Me parece perfecto q hayan aguantado, q hayan conseguido su parto deseado sin ayuda apenas...pero no creo q por ello sean las únicas valientes, ni las únicas 100% mujeres, TODAS, absolutamente todas las mujeres q decidimos emprender el camino de la maternidad somos unas verdaderas valientes por meternos en este mundo donde la vida nos cambia muchísimo, el parto...se presente como se presente...no es más que el medio para tener a nuestros hijos...lo "bueno" viene después...con la crianza, con ese mundo oscuro q viene tras el post parto como bien dices y q nadie nos advierte y tampoco nos podemos imaginar. En fin...q me gustó mucho leer tu crónica por sincera, porque no vas de heroína; y sobre todo por intentar describir el post parto.Besos!

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  5. Primeramente decirte q me encanta tu crónica, estoy de 35 semanas de mi segundo bebe y me ha dado por buscar crónicas de partos. Mi primer hijo fué cesárea por rotura de bolsa y después de 24 horas sin terminar de dilatar. Sinceramente en ningún momento dudé que los profesionales hicieron lo que tenían q hacer por mí y mi hijo. No me sentí frustrada por haber sido cesárea, ni creo ser menos madre por ello. Ahora me han dado la opción de tener un parto natural, el cuál quiero intentar....pero que si finalmente no se puede, pues ni modo...tendré q aceptarlo. Leo un montón de crónicas de chicas q parieron sin epidural, algunas en casa, y lo orgullosas q se sienten de sí mismas por haber aguantado, porque su parto fue 100% natural...o algunas con un deje de frustración por no haber conseguido aguantar y pedir la epidural. Me parece perfecto q hayan aguantado, q hayan conseguido su parto deseado sin ayuda apenas...pero no creo q por ello sean las únicas valientes, ni las únicas 100% mujeres, TODAS, absolutamente todas las mujeres q decidimos emprender el camino de la maternidad somos unas verdaderas valientes por meternos en este mundo donde la vida nos cambia muchísimo, el parto...se presente como se presente...no es más que el medio para tener a nuestros hijos...lo "bueno" viene después...con la crianza, con ese mundo oscuro q viene tras el post parto como bien dices y q nadie nos advierte y tampoco nos podemos imaginar. En fin...q me gustó mucho leer tu crónica por sincera, porque no vas de heroína; y sobre todo por intentar describir el post parto.Besos!

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    1. Hola, gracias bpor tu comentario. Yo opino como tú, todas las madres son valientes, porque ser madre en si mismo es muy difícil.
      Ahora está la moda de que es más madre la que no pide la epidural, la que da el pecho hasta que el niño hace la comunión, la que duerme con él... vamos un sin fin de tintadas porque ser madre es algo que se construye día a día, cada día un poquito, y en ningún caso es un camino fácil. A ser madre se aprende cada día, y nunca llega una a graduarse.
      Yo desde luego no pretendo, ni he pretendido nunca ser una heroína, sino una mujer común y corriente y trata de criara su hijo lo mejor que puede.
      Espero que todo vaya bien en un próximo parto, yo también voy a tener al segundo en breve, y no dudes de que voy a pedir la epidural, jajaja. Si quieres pásate por aquí en un par de meses y cuenta tu experiencia con tu segundo parto.
      Un abrazo y mucha suerte

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    2. Hola, gracias bpor tu comentario. Yo opino como tú, todas las madres son valientes, porque ser madre en si mismo es muy difícil.
      Ahora está la moda de que es más madre la que no pide la epidural, la que da el pecho hasta que el niño hace la comunión, la que duerme con él... vamos un sin fin de tintadas porque ser madre es algo que se construye día a día, cada día un poquito, y en ningún caso es un camino fácil. A ser madre se aprende cada día, y nunca llega una a graduarse.
      Yo desde luego no pretendo, ni he pretendido nunca ser una heroína, sino una mujer común y corriente y trata de criara su hijo lo mejor que puede.
      Espero que todo vaya bien en un próximo parto, yo también voy a tener al segundo en breve, y no dudes de que voy a pedir la epidural, jajaja. Si quieres pásate por aquí en un par de meses y cuenta tu experiencia con tu segundo parto.
      Un abrazo y mucha suerte

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