sábado, 26 de octubre de 2013

El tallaje de las ropa de bebés:


Una de las cosas que más me preguntan las nuevas mamás novatas, es acerca de las tallas de la ropa de bebé. Es algo mucho más sencillo de lo que parece.

La ropa, según la tienda, se talla por edad y/o por centímetros. Hay que evitar las tiendas donde sólo tallan por edad, porque ningún niño lleva la ropa que corresponde a su edad, o es más grande o más pequeño,  y tienes que ir con el niño a probarle (con lo que le gusta eso a un bebé). Normalmente cuando es por edad tallan de tres en tres meses, por ejemplo de tres a seis meses, de seis a nueve... pero hay tiendas como el Corte Inglés donde tallan de seis en seis meses, lo que resulta bastante ambiguo. 

Luego hay tiendas como Petit Batou donde ponen la edad y los centímetros, pero no coincide con el tallaje español (es más pequeño. Jamás pensé que los niños españoles fueran más pequeños que los españoles), por lo que siempre habrá que guiarse por los centímetros.

De forma general el tallaje por centímetros es el siguiente:

- Prematuros: 46 cms.
- Primera puesta: 56 cms
- Tres meses: 62 cms.
- Seis meses: 68 cms.
- Nueve meses: 74 cms.
- Doce meses: 80 cms.
- Dieciocho meses: 86 cms.
- Veinticuatro meses: 92 cms.

O lo que es lo mismo:

 - De uno a tres meses: 56-62 cms.
- De tres a seis meses: 62-68 cms.
- De seis a nueve meses: 68-74 cms.
- De nueve a doce meses: 74-80 cms.
- De doce a dieciocho  meses: 80-86 cms.
- De dieciocho a veinticuatro meses: 86-92 cms.

 En cada revisión, tu pediatra pesará y medirá a tu bebé, por lo que siempre sabrás cuales son sus medidas.

 Con los bodies y pijamas, trata siempre de comprar una talla más, porque se les quedan pequeños enseguida.

 

 

sábado, 19 de octubre de 2013

Volver al trabajo:


Hay un momento al que toda madre se tiene que enfrentar tarde o temprano, la vuelta al trabajo. A mi me ha tocado hace un mes. Ha sido muy duro, y no solo porque te toca volver a madrugar y tener horarios tras meses de anarquía, sino sobre todo porque tienes que dejar a tu bebe.

Los primeros días cuando me asomaba a su cunita por la mañana y le veía tan dormidito, pensaba que me tenía que ir, y se me partía el alma. Luego llegaba por la tarde/noche, me sonreía, y pensaba en todo lo que me estaba perdiendo y era peor. Mi marido, que por suerte o por desgracia está en casa y se queda con él, me manda fotos al móvil cada vez que hace una gracia, pero eso me hace sentir más triste.

Es como si me arrancaran el alma a zarpazos.

Tras dos semanas, pedí en la oficina el mínimo permitido por ley para la reducción de jornada por maternidad. 35 horas semanales, lo que me permite salir una hora antes cada día. Sé que estando mi marido en casa, no es lo lógico, pero es que no podía más, tenía la sensación de que no le veía, que me estaba perdiendo a mi bebé.

Ya veremos como nos arreglamos económicamente.

Y es que las mujeres estamos genéticamente predestinadas a cargar con todo sobre nuestras espaldas, máxime en todo lo tocante a la maternidad. Cuando es la madre la que se queda en casa con los niños, nos ocupamos de ellos y al llegar el padre a casa del trabajo, seguimos ocupándonos de ellos, porque claro pobrecito acaba de llegar de trabajar. Si la mujer trabaja, y el padre se queda con los niños, cuando la madre llega a casa, por supuesto corre a ocuparse del niño, porque pobrecito tu marido lleva todo el día cuidando  de él (aparte de que claro, tú no le has visto). Vamos, que el caso es estar currando 20 horas al día y no descansar nunca, tengas las circunstancias que tengas.

Lo peor es que pasan los días y te vas acostumbrando poco a poco a la situación, a dejarle dormido por las mañanas, y verle sólo un ratito por las tardes. Eso te hace sentir aún peor. A veces pienso que sentirse culpable por una cosa u otra, es una parte intrínseca del hecho de ser madre.

Mientras dura la baja por maternidad, estás las 24 horas del día pendiente de tu bebé, sobre todo los primeros meses. En cierta manera te pierdes un poco como persona, pero llega un día en el que tienes que retomar tu vida, y no sabes por donde empezar. Ya he explicado lo duro que resulta separarte de tu bebé, pero también es complicado volver a retomar el ritmo en el trabajo. Llevas tantos meses alejada del ajetreo que es todo un impacto volver al día a día, estás como desorientada, o más bien sin como.

Además, cuando llegas a casa no descansas. Bueno, ya nunca más vas a descansar. Eres madre.

sábado, 24 de agosto de 2013

Posibles complicaciones del postparto:

Cuando una mujer está embarazada, y el embarazo está avanzado, llega un momento en el que desea por encima de cualquier cosa que el niño nazca. Y no es porque le quiera ver la carita, que también, sino principalmente porque no puede casi ni moverse y no ve el momento de que el niño salga y se le quiten todas la molestias.

Sin embargo, y tampoco quisiera desanimar a nadie, el parto no es el fin, es el principio.

El postparto, incluso el mejor, es sencillamente el momento de la vida de una mujer en el que peor se va a encontrar física y psicológicamente. Ya he contado aquí que antiguamente a las mujeres recién paridas prácticamente no se les dejaba moverse de la cama durante la cuarentena, se las sobrealimentaba, y resumiendo, toda la familia (en un sentido amplio mediterráneo) la atendía. Tampoco es necesario llegar a estos extremos, pero desde luego no andaban muy desencaminados.

Hay que asumirlo, después de dar a luz, nos encontramos realmente mal, no es momento de hacerse la valiente, sino de pedir ayuda y tratar de recuperarse. La recuperación no va a ser rápida, lo siento.

Los malestares más comunes que suceden en el postparto son:

- Edemas (hinchazón en las piernas): en las 24/48 horas siguientes al parto, es probable que se te hinchen mucho las piernas, tobillos y pies. Tenlo en cuenta a la hora de elegir las zapatillas que llevarás al hospital, yo acabé descalza por la habitación porque no podía calzarme. Suelen desaparecer en un par de días, si no es así, acude a tu ginecólogo.

- Mareos: el parto supone una gran pérdida de sangre, por lo que durante unos días te vas a sentir muy débil, y puede que te marees un poco si estás mucho tiempo de pie. Si el mareo no es ligero, y pasan los días y los sigues sufriendo, acude a tu ginecólogo.

- Cansancio: lo más probable es que casi no te puedas ni mover, tardarás varios días en salir de casa. Tranquila, es normal, date tiempo. Si notas que te encuentras bien, no hagas el burro, y no te vayas de paseo, o de compras. Por muy bien que te encuentres estás recién parida, la aventura te pasará factura, el simple hecho de salir a la calle te va a suponer un esfuerzo sobrehumano, aunque a priori no te lo parezca.

- Tristeza postparto: el vaivén hormonal que supone traer un hijo al mundo, nos pasa factura tras el parto. A partir del segundo día empezarás a notar que estas muy tonta, como cuando te va a bajar el periodo, todo te afectará mucho, y pasarás horas llorando. Tardarás varias semanas en dejar de llorar por todo. Tranquila, es normal, todas pasamos por ello, se pasa con el tiempo. También es normal si no sientes desde el primer momento un amor desmesurado por el bebé, y se te hacen cuesta arriba sus cuidados, ten presente que son tus hormonas, y se pasa. No hay que confundirla con la depresión postparto. Lo mejor que puedes hacer para combatir la tristeza es, cuando tengas fuerzas, salir de casa a diario, arreglarte hasta para estar en casa, y sobre todo, no tragarte lo que sientes, desahógate, a ser posible con otra madre, tranquila, te va a entender.

Las complicaciones más comunes son:

- Infección de los puntos de la episiotomía: una episiotomía es un corte en la zona más sensible de nuestro cuerpo, y luego encima cosen el corte. Es normal que los puntos te tiren un poco, pero si te molestan mucho, casi no puedes andar, o sentarte, y sobre todo, si notas una sensación como si de repente te clavaran una aguja ardiendo donde tienes los puntos, lo más probable es que te hayan infectado. Acude a tu ginecólogo, cuando antes lo atajes mejor. De todas maneras, hay jabones cicatrizantes para esa zona como epixelle, que encontraras facilmente en cualquier farmacia, o el remedio casero del agua con sal, que puedes usar para prevenir infecciones, y buscar un buen cicatrizado.

- Apertura de la episiotomía: a veces los puntos de episiotomía se saltan y se abre la herida. Los síntomas serán muy parecidos a los de la infección. Acude igualmente a tu ginecólogo, quien te mandara el tratamiento adecuado (como gel o pomada cicatrizante). Lo mejor que puedes hacer para evitar que se abra, es moverte con cuidado, y sobre todo no sentarte de lado, o encima de un flotador, es preferible que te sientes sobre ellos.

 - Depresión postparto: en ocasiones la tristeza postparto desemboca en una auténtica depresión. ¿Cómo diferenciarlas? básicamente si no se pasa. Si tu hijo tiene ya dos meses y sigues llorando por las esquinas, busca ayuda. A diferencia de la tristeza, la depresión postparto no se pasa por si sóla, necesitarás ayuda profesional y medicación para superarla. Por favor, no dudes en pedir ayuda. Otras de las principales características que te permitirán diferenciarla son las siguientes, si piensas recurrentemente en el suicidio, o en hacer daño al bebé (no rechazo, que es relativamente normal al principio, sino verdaderamente en hacerle daño), repito, busca ayuda. Piensa que no eres la primera ni la última que la sufre, y que cuanto antes la atajes, antes disfrutarás plenamente de su maternidad.

- Restos de placenta: es una de las complicaciones más graves. Si por lo que sea se dejan restos de placenta en tu útero te provocará una infección que es el origen de las famosas fiebre pauperales, la principal causa de muerte en el postparto hasta hace unas décadas. La principal característica es que los loquios (sangrado tras el parto) tienen un olor desagradable.

En cualquier caso, si por lo que sea (puede que no tengas restos de placenta, sino una infección por otro motivo), tienes un sangrado muy abundante, o maloliente VE INMEDIATAMENTE A URGENCIAS, no es ninguna broma.

Quiero dejar claro, que quien escribe estas líneas, no es médico, ni enfermera, ni profesional sanitario de ningún tipo. Simplemente soy una madre que habla desde su propia experiencia, no dudes nunca en acudir a tu médico ante la más mínina duda o malestar. Es un momento muy delicado, no te tomes nada como nimio o sin importancia.

viernes, 16 de agosto de 2013

Las vacunas:


Como todo el mundo sabe los niños tienen que ser vacunados. Las vacunas evitan enfermedades, y con ello han contribuido a erradicar enfermedades como la viruela.

¿He dicho que lo sabe todo el mundo? pues va a resultar que no.
 
Resulta que hay ahora una moda que consiste que no vacunar a lo niños. Parecer ser que hay padres que consideran que las vacunas matan, que son un invento de los laboratorios para vender. Si Ms. Pasteur levantara la cabeza... Sinceramente, no vacunar a un niño debería ser motivo de retirada de la custodia. No me cabe en la cabeza como hay padres que prefieran exponer a sus hijos a enfermedades como la polio, antes que ponerles una vacuna.

Inconcebible.

Pero no es algo que ocurra sólo en España, no. En Holanda hay un brote tremendo de sarampión, porque la comunidad calvinista se niega a vacunar a sus hijos por motivos religiosos, ya que consideran que evitar una enfermedad va en contra de la predestinación divina.
 
Está claro que cualquier puede ser padre.

El gobierno holandés está pensando en convertir las vacunas en algo obligatorio por ley. Ya están tardando. Y el resto de países también.

Claro que los que tampoco parecen darse mucha cuenta de la importancia de las vacunas es el gobierno del PP, que dentro de su maravillosa política de recortes han eliminado vacunas del calendario de vacunación. Si se las quieres poner las pagas tú. Cuatro dosis, a 145 € cada una. Esta claro que hay muchos niños que se van a quedar sin ella.

En concreto, se trata de la vacuna del Prevenar, que protege contra el neumococo, causante entre otras de la neumonía y la  MENINGITIS.

Inconcebible.

La otra vacuna es el Rotateg, protege contra el rotavirus, causante de la gastroenteritis vírica. La otra la recomiendan todos los pediatras, ésta te dicen que sólo se la pongas si va a ir a la guardería, tiene hermanos, o va a estar en contacto con otros niños. Vamos que o se la pones o le metes al niño en una cápsula de aislamiento para que no juegue con otros niños.

Lo siento, pero a mi no me entra en la cabeza como un gobierno puede escatimar en algo así, y jugarse con ello la salud de toda una generación. Claro que después de que la Cospedal quiera eliminar en La Mancha la prueba del talón, ya me lo creo todo. Que hijos de .... Pero vamos a ver, si hasta en tiempos de Franco el Estado se encargada de vacunar masivamente en las escuelas a toda la población infantil, como puede este gobierno retirar vacunas de la cobertura de la Seguridad Social.

Nos estamos convirtiendo (más aún) en un país del Tercer mundo.

Por si a alguien le interesa, aquí os dejo el calendario de vacunación vigente en este momento en la Comunidad de Madrid.

                 Calendario de vacunación infantil. 1 de junio de 2013

EDAD
VACUNA
Recién Nacido
Hepatitis B*
2 meses
Hepatitis B
Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular
Haemophilus Influenzae b
Polio inactivada
Meningococo C
4 meses
Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular
Haemophilus Influenzae b
Polio inactivada
Meningococo C
6 meses
Hepatitis B
Difteria - Tétanos- Tos ferina acelular
Haemophilus Influenzae b
Polio inactivada
12 meses
Rubéola-Parotiditis-Sarampión **
15 meses
Meningococo C
Varicela
18 meses
Difteria-Tétanos-Tos ferina acelular
Haemophilus Influenzae b
Polio inactivada
4 años
Sarampión-Rubéola-Parotiditis
              6 años
                            Difteria-Tétanos-Tos ferina (b)
12 años
Varicela ***
14 años
Difteria-Tétanos-Tos ferina (b)
Virus Papiloma Humano ****

(b) baja carga
* En hijos de madre portadora de AgHBs se administrará la vacuna HB más gammaglobulina dentro de las 12 horas que siguen al nacimiento. Se continuará la vacunación con vacuna combinada hexavalente a los 2-4-6 meses y la determinación de anticuerpos de 1 a 3 meses después de la vacunación. En caso de screening no realizado se administrará la vacuna HB dentro de las 12 horas que siguen al nacimiento, se determinará AgHBs de la madre lo antes posible y si fuera positivo se administrará gammaglobulina al recién nacido (no después de 1 semana de vida). Se continuará con la pauta de vacunación del calendario infantil. Actualmente no es necesaria la revacunación en población inmunocompetente, si se han recibido 3 dosis de la vacuna de la hepatitis B, ni realizar determinación de anticuerpos postvacunales.

** Las dosis administradas antes de los 12 mese no sustituyen a la primera dosis.

*** Personas que refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunados con anterioridad. Pauta de dos dosis separadas como mínimo 1 mes (0-1)

**** Sólo niñas. La pauta de vacunación son 3 dosis (0-1-6 ó 0-2-6 meses, según la vacuna administrada).

Tras mi embarazo tengo una pésima opinión de la Seguridad Social, matronas y enfermeras:


Como ya he dicho en anteriores post, soy una gran defensora de una Sanidad Pública de calidad, pero desde luego la calidad en la española brilla por su ausencia. No sé si serán los recortes, o es que siempre ha sido así y como yo tengo un seguro privado desde que tengo uso de razón no lo había visto porque apenas la he usado, pero mi experiencia ha sido nefasta.

El caso es que tras mi embarazado, parto y postparto, el concepto que tengo de la Seguridad Social es absolutamente pésimo. Como comenté hice un amago de dar a luz en la Paz, que se supone que es la mejor maternidad de España, en que hora... menos mal que sólo fui un par de veces, y luego acudí a mi seguro privado, y a mi ginecólogo de siempre. Que relax, la Sanidad Pública sólo me había estresado.

Para empezar te dan citas a horarios absolutamente incompatibles con un puesto de trabajo, ¿en qué cabeza cabe que una mujer que trabaja vaya al ginecólogo a las 11 de la mañana? y recházala, que te dan cita para cuando el niño haga la primera comunión. Luego llegas a la consulta. Más vieja y cochambrosa no puede estar, con una camilla con unos estribos de hierro que parecen sacados de La Celestina, ¿y esos son los famosos medios de la Seguridad Social?. Lo siento, me quedo con mi ginecólogo y su aséptica, limpia, y moderna consulta.

Después pide cita para otro día. Te mandan al mostrador de entrada, donde hay así como cuatrocientas personas esperando para lo mismo, ¿no pueden poner un teléfono y ya está? desde luego no necesitan privatizarla, sino organizarla en condiciones, con ahorro en costes innecesarios, y con una buena gestión de personal. Porque sinceramente a mi me pareció todo un grandísimo caos organizativo, con el consiguiente gasto que ello supone.

Es cierto que si tienes algo realmente grave la Seguridad Social tiene los mejores medios, pero para eso tienes que estar muriéndote.

Mi opinión no mejoró mucho con las visitas al pediatra. Tras dar a luz estaba tan hecha polvo que comencé a llevar a mi hijo al pediatra del ambulatorio. Dios que caos. Me daban cita a una hora, y allí no había nadie, ni la pediatra ni la enfermera, esperaba, no venía nadie, subía a preguntar al mostrador y me decían que siguiera esperando. Un día, la enfermera me explicó que tenía que comenzar a conocer el funcionamiento del ambulatorio, que la hora de cita era orientativa, y que si no estaban es que se estaban tomando un café, y claro que ya vendrían. ¡Funcionarios de mierda!, hacemos eso en la empresa privada, y te digo yo donde nos mandan. Repito, la Sanidad Pública no necesita privatización, sino organización.

La última: voy a la revisión de los 4 meses y la pediatra no está, se ha ido de vacaciones. No es la primera vez que me deja colgada, en la revisión de los 15 días me dijo (tras esperar una hora) que volviera otro día que tenía una reunión. Pero ya que te citen y no esté, es el colmo, y encima no había otro pediatra, no, me lo vacunaban y que ya le verían a los 6 meses. Como ya tengo las hormonas reposadas, y vuelvo a ser yo, prácticamente muerdo a la enfermera y la digo que pasa, que si a mi hijo en la Seguridad Social no se van a dignar mirarlo desde los 2 meses hasta los 6, no sabe que decirme. Menos mal que por el seguro privado le estoy llevando a San Rafael, y sigo yendo a la pública por las vacunas, que si no... Claro, que me parece horrible, porque quien no se pueda pagar un seguro privado, ¿qué ocurre? ¿qué atención están recibiendo sus hijos? un horror.

También he acabado hasta el gorro de las matronas. Creo que por cada una amable, hay noventa bordes. Además, ¿pero que se han creído? si no son médicos, aunque actúan como tal. Lo peor, en la Seguridad Social te atiende una matrona el parto, y sólo si es necesario llama a un ginecólogo, me parece una aberración, no puede saber lo mismo alguien que ha estudiado tres años, que alguien que ha estudiado diez. Así pasa, como me contó mi ginecólogo que por las mañanas está en la pública, que muchas veces les llaman cuando ya es demasiado tarde...

Lo siento, yo quiero un MÉDICO en todos mis partos.

Por otro lado, yo creo que les ponen como requisito para entrar en la profesión ser bordes, no encuentro otra explicación. La que me atendió en urgencias en la clínica, aparte de borde y seca, me hizo un daño al reconocerme que ni las propias contracciones. Y ya la que me atendió el parto ni te cuento... primero como era primeriza no me hizo mucho caso y claro, mi médico no llegó a tiempo, y gracias que había una ginecóloga en el paritorio de al lado (ver mi post sobre el parto), que si no tenemos un disgusto, que mi parto fue rápido y complicado a la vez, porque mi hijo venía con una vuelta de cordón. Y segundo me trataba como si yo fuera una niña pequeña y encima gilipollas, vamos el no va más del tacto.

Evidentemente hay de todo en todas partes, y la matrona que me mandó a casa el seguro privado (si, a casa. Por cierto, en otros países europeos la Sanidad Pública manda la matrona a casa los primeros días tras al parto, siempre y en todo, evitando desplazamientos, algo muy de agradecer tras el esfuerzo del parto)  era un encanto. Me ayudó mucho con mis problemas con la lactancia (llegó a la conclusión de que era mejor que le dejara de dar el pecho), y me dio muchísimos consejos útiles. Además, las matronas del servicio materno-infantil de mi sociedad, a las que puedes llamar cuando quieras durante los 6 meses posteriores al parto, y a las que he llamado en varias ocasiones, me han ayudado mucho.

Luego está la matrona de mi ambulatorio. Merece un comentario aparte. Yo decidí hacer la preparación al parto en mi ambulatorio por comodidad, ya que lo tengo al lado de casa, y el caso es que durante la preparación me pareció muy maja, aunque nos comiera a todos la cabeza con la dichosa lactancia materna. Pero luego, cuando fui a verla tras dar a luz, todo cambio. Durante el embarazo me había tratado de convencer de que diera a luz en La Paz, obviamente no la hice ni caso, cuando fui tras el parto lo primero que me preguntó fue que donde había dado a luz, al responderla que en Santa Elena, os podéis creer que se enfadó.

Y digo yo, ¿a ella qué más le dará? parece como si les mosqueara que tuvieras un seguro privado, o que no elijas a la sanidad pública por encima de todo. Vamos a ver, que yo hago lo que me da la gana. Es como cuando a mi hijo se le infectó el cordón umbilical y según la pediatra del ambulatorio fue porque había nacido en uso de "esos hospitales". Me toca bastante los coj... que en la Seguridad Social me miren mal por ser de Sanitas. Con mi doctora de cabecera nunca me había pasado, en la vida.

El caso es que luego preguntando a las que hicieron la preparación al parto conmigo, que me las he ido encontrando por el barrio, no tan tenido muy buena experiencia en La Paz. A una tras ponerla la epidural, la dejaron ir sóla al baño y claro, se cayó. A mi no me dejaron moverme en 6 horas.

Pero volvamos a la matrona. Tras ponerme mala cara porque había tenido al niño donde me había salido del fandango, y no donde ella consideraba oportuno, le comenté que me molestaba la episiotomía. Me dijo que la tenía infectada. Mi ginecólogo me dijo dos días más tarde que lo que la tenía era abierta. También la comenté el problema con la subida de leche (ver mi post sobre el parto), que me había tardado una semana, y me reprochó darle leche de fórmula, que si los calostros eran leche, que si no cogía peso la culpa era mía... en fin, como ésto ya lo he contado no lo voy a repetir, pero con que ganas me quedé de darla dos buenas hostias, si, con todas las letras.

Luego están las enfermeras, que también se creen que saben más que nadie. En las revisiones del ambulatorio la enfermera te da mil consejos, luego la pediatra (que por algo es médico) te dice lo contrario. Por ejemplo:

La enfermera: no le des agua al niño hasta los 6 meses, ni siquiera con el calor.

La pediatra: en cuanto empiece a hacer calor dale agua al niño.

La enfermera: le tienes que dar el pecho todo lo que puedas, que si las defensas, que si patatín, que si patatán.

La pediatra: que si no le das el pecho tampoco pasa nada.

Sin comentarios.

Es como en el hospital, cuando me pusieron pegas para darme un biberón, luego llegó la pediatra y puso el grito en el cielo, porque estaban matando a mi bebé de hambre. Tengo que escribir a la dirección de la clínica para quejarme, lo digo muy en serio.

lunes, 22 de julio de 2013

La baja por maternidad:


Como toda madre sabe, en España la baja por maternidad es una de las más cortas de Europa, en concreto 122 naturales, lo que se traduce en 16 semanas que computan desde el mismo día del nacimiento de tu hijo. Es decir, que si por ejemplo nació en miércoles, las 16 semanas computarán de miércoles a miércoles, y no por semanas completas.

A las baja por maternidad se le une el permiso por lactancia, que se puede coger todo junto, en lugar de aprovecharlo para salir antes o entrar más tarde, y así alargar el tiempo que estés con tu bebé. En este caso la extensión del permiso por lactancia está sujeta a negociación colectiva, por lo que deberás mirar el convenio de tu empresa o sector, para saber exactamente cuanto tiempo te corresponde. En mi caso han sido 16 días hábiles.

Al permiso por lactancia, le puede seguir, si así lo deseas parte de tus vacaciones. Con todo ésto lo normal es incorporarse al trabajo cuando el bebé tiene 5 meses, lo que está muy debajo de la media europea.

En mi opinión la baja de maternidad debería ser al menos de 6 meses, eso como mínimo.

Las 6 primeras semanas de la baja, son irrenunciables para la madre, ya que se considera que es el tiempo necesario para la recuperación del postparto, y que coincide con el periodo que antiguamente se conocía como cuarentena. Al resto de la baja se puede renunciar e incorporarse al trabajo, o bien puede cederse al padre para que cuide él del bebé, tiempo que se uniría al permiso por paternidad existente ahora de forma estándar que es de 2 semanas.

En todo caso, durante el tiempo que se está de baja, ya sea por maternidad o paternidad, se cobra una pensión de la Seguridad Social que será equivalente a tu salario mensual bruto, y al que se aplicará la retención que tu indiques a la Seguridad Social. Para disfrutar de esta prestación, deberás pedir cita previa en la oficina de la Seguridad Social de tu municipio o distrito, y llevar el certificado de empresa, y el libro de familia. En un mismo trámite puedes pedir la prestación económica, y la inclusión del niño en el sistema público, para este último supuesto te darán una hojita que luego deberás llevar a tu centro de salud, para solicitarle su tarjeta sanitaria.

Como he dicho antes, las primeras seis semanas de la baja por maternidad son irrenunciable para la madre según nuestra legislación laboral. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, parece que se ha puesto de moda en determinados ámbitos no sujetos al Estatuto de los Trabajadores, que las madres directamente no se cojan la baja por maternidad, y se incorporen al trabajo al poco de parir.

Me parece una locura muy criticable.

Lo primero de todo, después de dar a luz estás para el arrastre. Yo recuerdo que si estaba mucho rato de pie me mareaba. Por tanto, incluso en el hipotético caso de que por ejemplo, se de al bebé en adopción, la madre necesita un periodo mínimo, que no sería para cuidar del niño, sino simplemente para recuperarse ella misma. Como mujer trabajadora, soy la primera que reconozco lo difícil que resulta romper el techo de cristal, aún en nuestros días, y que las mujeres si quieren llegar a determinados puestos tienen que hacerlo en detrimento de su vida privada. Sin embargo, creo que todo tiene un límite, y ese debe ser la propia salud. Ya no voy a entrar en disquisiciones relativas a que si no se van a ocupar del niño personalmente siquiera sus primeros meses de vida, para que lo han tenido.

De las primeras mujeres con repercusión que renunciaron a la baja fue la actual vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, o en Francia la que fuera Ministra de Interior con Sarkozy, Dachida Daty. Puedo llegar a entender que estas mujeres no puedan dejar sus obligaciones de lado cuatro meses, pero ¿no pueden ni siquiera esperar a recuperarse de una cesárea? ¿o es la sociedad la que no se lo permitiría? ¿qué pasaría si por ejemplo un hombre que tuviera el mismo cargo estuviera un mes de baja recuperándose de una cirugía mayor? probablemente nada, pero claro no una cesárea no parece gran cosa, aunque lo sea.

El problema es que el ejemplo cunde. Por ejemplo, hace dos domingos en la contraportada de El País, como titular de una entrevista aparecía la afirmación de que como la entrevistada era abogada su trabajo no le permitía disfrutar de una baja por maternidad. ¿Perdón? pero que tontería es esa. Da la casualidad de que precisamente quien estas líneas escribe también es abogada (mejor dicho abogado, los nombres de profesión no tienen género, éste se distingue por el artículo), y está de baja por maternidad. Luego leías la entrevista, y claro, había adoptado, en cuyo caso no tuvo que recuperarse de ningún parto, ni de noches enteras sin dormir, pero aún así, lo veía como lo más normal. Lo peor, era que contaba como su compañera de despacho a la semana de dar a luz por cesárea volvía al trabajo.

Que horror.

Por experiencia propia, conozco los horarios de los despachos de abogados, y son absolutamente incompatibles con cuidar de un bebé, por lo que han tenido un niño para no verlo y que lo cuiden otros, y encima dan a entender a la (machista) sociedad que a la semana de dar a luz, una mujer ya está en condiciones físicas de reincorporarse al trabajo.

Al final, el peor enemigo de las mujeres van a ser las propias mujeres.

Es cierto, que la operativa propia del trabajo de un abogado no permite permisos largos, pues los casos y expedientes deben seguir su curso, pero en ese caso lo normal es que en tu ausencia lleve ese caso un compañero, y no pasa nada. He tenido pleitos en los que en un determinado momento ha cambiado el abogado contrario, porque estaba de baja por maternidad, y no ha pasado nada de nada. Yo misma dejé todos mis expedientes a mis compañeras antes de dar a luz, y no se han paralizado por el mero hecho de que yo haya tenido un niño.

Sinceramente, creo que esos titulares no deberían publicarse. Que a nadie se le olvide que existe el mobbing maternal, que básicamente consiste en hacer la vida imposible a una madre o futura madre para que se vaya. Sin ir más lejos, mi actual jefa tuvo que marcharse del bufete en el que llevaba trabajando doce años, por cogerse la baja por maternidad. Estos comportamientos deberían reprobarse, no alentarse desde la prensa, y presentarse como si fueran normales en determinados sectores.

Me parece una vergüenza.

Como trabajadora, reclamo mi derecho a ser tratada por mis méritos y aptitudes igual que un varón.

Como mujer, reclamo mi derecho a ser madre, y mi parcela de tiempo para poder criar a mis hijos.

Como ciudadana reclamo una sociedad donde a las madres no se nos castigue por serlo y tratar de disfrutarlo.

jueves, 11 de julio de 2013

Acabo de revisar las fotos que hicimos cuando nació mi hijo. En el hospital, a su llegada a casa, su primer paseo... ahora viéndolo desde la distancia, y a pesar del agobio que tuve al principio, como me gustaría poder viajar en el tiempo para volver a vivir esos momentos otra vez.

Nunca olvidaré el día que nació mi hijo.

Y volver a tenerle recién nacido, con lo chiquitito que era, tan indefenso. Parece increible que sea el mismo bebé.

Que pena no haberlo disfrutado más en su momento. Lo que digo, me gustaría poder rebobinar y comenzar otra vez, y otra, y otra...

miércoles, 10 de julio de 2013

El mundo del biberón:


Cuando comencé a dar biberón a mi bebé, no tenía ninguna orientación. Sobra decir que en la inútil preparación al parto, sólo te hablan de las supuestas maravillas de la lactancia materna, de ahí que haya tenido que aprender sobre la marcha, ya que dar el biberón también tiene sus trucos.

Lo primero que necesitas es averiguar que tetina le gusta a tu bebé. Ahí no queda otra que ir probando. Te recomiendo las marcas que incluyen una válvula anticólicos, ya  que les hace coger menos gases al tragar. Las tetinas pueden ser de silicona o de látex, también tienes que ver que material le gusta más.

Una vez que ya sepas que tetina le gusta, adquiere un esterilizador de la misma marca, para que así los biberones encajen perfectamente. Mientras tanto puedes esterilizarlos en el lavavajillas o hirviéndolos. Es importante que elimines perfectamente los restos de leche antes de meter el biberón en el esterilizador, ya que éste no es un lavabiberones. Venden cepillos específicos para que puedas lavarlos bien.

Hay biberones pequeños de hasta 150 mililitros, que se usan los primeros dos meses. Luego hay que pasar a los grandes. Los hay de 250 ml o de 330 ml, mi consejo es que una vez que abandones los pequeños pases directamente a los 330 ml, ya que así te ahorras los medianos.

Cuando compres el biberón mira el flujo de la tetina que lleva incorporada. Las tetinas las puedes cambiar, las venden sueltas. Las hay de flujo lento para bebés de hasta dos meses, de flujo intermedio que se usan hasta el cuarto o sexto mes, y de flujo rápido. Lo que varía es el tamaño y número de los agujeros. Ten en cuenta que un flujo inadecuado puede hacer que tu bebé trague más aire del debido, provocando gases y cólicos, así como hacer que se atragante. Adapta siempre el flujo de las tetinas, más que a la edad de tu hijo, a si se atraganta o no. Cada niño es un mundo.

Las venden también de flujo regulable, pero yo no las recomiendo porque son un lío. Llevan grabados unos números, y tienes que girar la tetina con el número hacía la nariz del bebé, para variar el ritmo del flujo. Es muy fácil hacerlo mal.

También están las de flujo papilla, que en lugar de agujeros tiene una estrella. Son obviamente para cuando empieces con los cereales.

Como verás el mismo biberón, cambiando la tetina, se puede adaptar a las distintas necesidades de tu bebé, según su edad y alimentación.

Respecto a la leche, hay un sin fin de marcas en el mercado, lo mejor es que preguntes a tu pediatra cual le das. Si topas con un talibán de la lactancia materna y se niega a darte indicaciones, como me ocurrió a mi hasta que cambié de médico, decirte que la más utilizada es la Nutribén.

Verás que los botes de leche tienen números. El 1 indica que es leche para lactantes, desde el primer día hasta los seis meses. El 2 es leche de continuación, indicada desde los seis meses hasta el año. El 3 es leche de crecimiento, a tomar durante el segundo año de vida.

Dentro de una misma marca hay varias diferentes, la normal, anti estreñimiento, anti regurgitación, digestiva... eso ya depende de tu bebé.

Para preparar correctamente un biberón, lo primero que hay que saber es que hay que olvidarse del microondas. No lo calienta por igual, y ya hay varios casos de niños ingresados por quemaduras graves en la laringe.

El agua puede ser mineral, en cuyo caso deberá ser de mineralización muy débil, o del grifo. Si usas agua del grifo tienes que hervirla un rato. Yo lo que hago es hervir un cazo grande, dejarlo reposar, y cuando está a la temperatura correcta pongo el agua en un termo, así cuando mi hijo tiene hambre preparo el biberón al instante. Los calienta biberones tardan varios minutos, y cualquier madre sabe que cuando un lactante tiene hambre la tiene pero que ¡YA!. Además, tengo la leche ya repartida en dosificadores, para no tener que ponerme a contar cacitos.

Los biberones tienen unas marcas. A un lado de dichas marcas ponen los mililitros a que corresponde cada señal, y al otro lado el número cacitos de leche (siempre tendrán que ser rasos) que hay que añadir a esa cantidad de agua. La proporción siempre es de un cacito por cada 30 ml de agua.
 
Sobre la cantidad a darle, los recién nacidos suelen tomar 30 ml en cada toma, y se va aumentando poco a poco. Dale siempre la cantidad que acepte, y con la que veas que se queda satisfecho.

A la hora de dárselo a tu bebé, inclina siempre el biberón de manera que la tetina siempre contenga leche. No dejes nunca que trague aire, es importante para evitar cólicos.

Claves para una correcta lactancia materna:


Vista desde fuera, la lactancia materna puede parecer muy sencilla y bonita. Algo para lo que la propia naturaleza nos dota a las mujeres de lo necesario para llevarla a cabo. Sin embargo, toda mujer que ha dado de mamar sabe que no es así.

Lo malo es que cuando haces la inútil preparación al parto te la pintan como algo muy bonito, y que además es lo mejor para ti y el bebé. No te preparan para llevarla a cabo correctamente, lo que es un grave error. La única opción que te dan es que acudas a los talleres de lactancia materna una vez hayas dado a luz, cuando moverte de casa es poco "más" complicado.

Lo primero que hay que saber es se van a tener los pezones tan sensibles que no se soporta ni el roce del camisón, por lo que una buena provisión de sujetares de lactancia (hasta se duerme con ellos) es imprescindible, así como los consabidos discos de lactancia, que se usan tanto para evitar las pérdidas de leche, como para mitigar la sensibilidad de los pezones.

Nunca se debe dar de mamar sólo con el pezón, sino que el bebé debe tener en su boca la mayor parte de la aureola que pueda. Si no se hace así aparecerán grietas, que resultan muy dolorosas. Si tienes dudas acerca del enganche, en el mismo hospital donde des a luz, puedes pedir a una enfermera que lo revise. Como digo es muy importante.

Para desenganchar al bebé del pecho, nunca hay que tirar, sino introducir un dedo dentro de la boquita del niño retirando así la mama. El bebé al mamar hace vacío, por lo que si tiras te saldrán heridas.

La piel de los pezones se resiente mucho, utiliza después de cada toma una pomada para lactancia. La más usada es purelán, porque no hace falta lavar el pecho antes de cada toma.

Las tomas son eternas. Lo normal es que duren entre una hora y hora y media los primeros meses. Hay quien te dice que a los dos meses el niño tiene la capacidad de vaciar un pecho en cinco minutos, pero no es verdad. Yo he hablado con un montón de madres, y tomas dicen lo mismo, como mínimo cuarenta minutos. No hay que poner tiempo a las tomas, tienes que dejar que el niño se desenganche sólo. Hay que ofrecerle primero el pecho por el que terminara la toma anterior, dejar que lo vacíe, y ofrecerle el otro del que deberá tomar lo que quiera.

El pecho después de cada toma tiene que quedar blando. Es importante que no te quede leche retenida porque se puede desencadenar una mastitis, que es una infección de la mama. Utiliza el sacaleches si tu bebé no vacía por completo el pecho. Si en notaras un bulto duro en el pecho, acude rápidamente a tu médico, puede ser una ingurgitación que es precisamente leche retenida, y que tiene que salir, ya que si se infecta puede, como digo, desencadenar una mastitis. La mastitis produce fiebre, la zona infectada estará dura como una piedra, roja y caliente al tacto, a parte de generar un dolor más intenso aún que las contracciones del parto. Pero lo peor es que como esa leche tiene que salir le tienes que seguir poniendo al pecho al niño, y eso si que duele. Se tratan con antibióticos y calor antes de las tomas.

Por mucho que haya quien se empeñe en lo contrario, dar el pecho duele. Te dolerá el enganche, es normal, puede que con suerte el resto de la toma no. Además, tras semanas dando el pecho duelen los pezones por la constante presión, y probablemente durante las tomas te suba un dolor desde el lateral del pecho hasta la espalda, es normal.

El mejor aliado para dar el pecho, además del purelán y el sacaleches, es un buen cojín de lactancia. Sirve para apoyar al niño, y así que no te duela la espalda. Intenta tener siempre una buena higiene postural, son muchas horas las que pasarás dando el pecho, y tu espalda lo agradecerá.

Si adquieres un sacaleches, te recomiendo que sea eléctrico, no hay nada peor que estar dándole a la manivela del manual durante horas. Si quieres hay tiendas como Prenatal, donde te los alquilan.

sábado, 6 de julio de 2013

Las sensaciones del principio


Cuando se tiene un bebé y se llega a casa con él o ella, la primera sensación que se tiene es de alivio por estar por fin en casa tras abandonar el hospital. Sin embargo, esa sensación dura pocas horas, se evaporan cuando el bebé comienza a llorar por primera vez.

La madre se encuentra mal por muy bueno que haya sido el parto. Lo que la apetece es que la cuiden a ella, no tener que levantarse de la cama para tener que cuidar a un niño recién nacido, con el trabajo que ello supone.

Antiguamente, las mujeres de la familia cuidaban a las madres recién paridas, de forma que ella sólo se tenía que preocupar de descansar, recuperarse, y dar de mamar al bebé. Ahora nos vamos a casa solas con nuestro hijo y un marido tan inexperto como nosotras. El caos está servido. Además, al cansancio del parto, se une el bajón hormonal propio del postparto, y el sueño, porque en el mejor de los casos, y si se tiene una buena noche, el bebé  pedirá comer cada dos o tres horas, y cualquier padre sabe que dormir a ratos no cunde lo mismo que hacerlo del tirón.

La sensación que se tiene es de caos, anarquía, sueño, depresión... es muy duro. Sobre todo porque no se ve el fin. Pasan los días y las semanas, y se sigue igual, durmiendo a ratos, comiendo a deshoras, teniendo que hacer malabarismos para ducharte, o salir de casa... el primer mes se hace eterno. Todas las madres con las que he hablado dicen lo mismo, que en lugar de las tonterías que te cuentan en la preparación al parto y que no sirven para nada, más les valdría ponerte sobre aviso de lo que va a ocurrir.

Sin embargo, cuando piensas que tú vida nunca será la misma, que no volverás a sentirte como un ser humano, que no ves la luz... un buen día, tu bebé duerme seis horas del tirón. Ni te lo crees, te parece una maravilla, seis horas, te sientes renacer. Es el principio del cambio.

Con esto, lo que quiero es dar ánimos a todos los padres primerizos que puedan leer estas líneas. Que el principio es lo peor, pero que aunque parezca increíble, pasa, se supera, y llegará un momento antes de que te des cuenta, que tu bebé te dejará dormir, y con ello volverás a comer a tus horas, a salir a la calle, y tener nuevamente vida.

Ánimo. Aunque no veas el fin, te aseguro que llega. Y antes de lo que piensas.

jueves, 27 de junio de 2013

La parafernalia del bebé:


Todos sabemos, porque lo hemos visto que a los niños les rodea una parafernalia tremenda. Son múltiples los objetos que se encuentran en el mercado destinados a la crianza de bebés, pero ¿cuáles son realmente necesarios y cuáles son un producto directo del marketing?

 Los imprescindibles:

- Moisés: los recién nacidos son aún demasiados pequeños para dormir en una cuna, amén de que las cunas no suelen caber en la habitación de los padres, y pasarán meses antes de que el bebé pueda dormir sólo en su habitación.

Yo recomiendo el moisés de toda la vida, porque las minicunas modernas son demasiado pequeñas, y probablemente al tercer mes tu bebé ya no quepa.

- Cuna: evidentemente todos necesitamos una, es el lugar donde dormirá tu bebé desde que abandone el moisés hasta que pase a la cama.

- Cochecito de paseo: hay una gran variedad en el mercado, pero lo básico es siempre lo mismo. Al nacer van en un cuco o capazo, vamos el cochecito de toda la vida, cuando ya no caben, o cuando se hartan de ir ahí, pasan a la sillita, que comparte el mismo chasis que el cuco. No tienes un cuco y una silla, sino unas ruedas sobre las que insertas una cosa u otra. De unos años a esta parte, se ha unido a este dúo el porta bebés o huevo, y que todo el mundo llama maxi-cosi, por ser ésta la primera marca que lo lanzó al mercado, y que no es otra cosa que una sillita para el coche, adaptada a los bebés y que también se puede insertar en el mismo chasis que el cuco y la silla de paseo.

Cuando el niño cumpla el año, le puedes pasar a una silla de tijera, que son las que se pliegan completamente, porque las otras, ya verás que abultan un mundo.

- Bañera: A los niños hay que bañarlos, no ducharlos para que no cojan frío. Como llenar todos los días la bañera para un bebé es gastar mucha agua, compra una bañera de bebé. Puedes comprar directamente para casa una de viaje, así no tienes que comprar dos.

- Cambiador: rebautizado por mi marido como el puesto de mando. Lo vas a utilizar para vestirles, cambiarle los pañales, secarle... pero no necesitas un mueble cambiador como te intentan colocar en las tiendas, puedes comprar simplemente la parte de arriba de plástico, que es lo que usas realmente y lo pones sobre cualquier muebles que te de la gana.

- Fundas para los colchones: que los niños usan pañales es algo sabido por todos, pero lo que a lo mejor no saben los padres novatos es la tendencia que tienen los bebés para tener fugas de los mismos. Por eso es imprescindible poner fundas aislantes a los colchones del moisés, la cuna y el cuco, y tener siempre de repuesto. Porque las fundas las puedes meter en la lavadora, el colchón no.
 
Complementos no imprescindibles, pero útiles:

- Contenedor de pañales: mi marido lo llama el cacamatic. Es un contenedor que envasa los pañales al vacío para que no huelan. Muy práctico, sobre todo en verano.  

- Hamaca: Cuanto tu bebé tenga más de dos meses, no va a dormir entre toma y toma, pasará más tiempo despierto, y querrá ver mundo. En el moisés se aburren porque sólo ven el techo, por eso es útil tener una hamaca, le pones ahí cuando está despierto y se entretienen mucho.

Imprescindibles para la lactancia:

- Lactancia materna: sujetadores de lactancia (vas hasta a dormir con ellos), discos de lactancia (primero para absorber las pérdidas de leche, segundo porque tienen los pezones tan sensibles que no soportarás el roce de otra cosa), y purelán (crema de lanolina para darse después de cada toma, y que no es necesario limpiar antes de la siguiente toma).

- Lactancia artificial: biberones (te dirán que compres de los pequeños, y luego te pases  a lo grandes. Es un gasto tonto, compra de los grandes directamente, y le adaptas la tetina a su edad), esterilizador de biberones, termo, y dosificador de leche.

Consejos (estéticos) para embarazadas primerizas:


El primer embarazo se vive siempre de una forma especial. Puede que en el futuro tengas más hijos, pero nunca lo vas a vivir con la intensidad de la primera vez, puede que sea debido a que ya tendrás otro hijo que cuidar, o porque las sensaciones que experimentas ya las has vivido.

El convertirse en madre hace que las mujeres nos transformemos, pero no significa que tengamos que renunciar (como hacen muchas) al hecho de vernos en el espejo como las mujeres atractivas que hemos sido siempre. Por favor, no adoptemos esa típica imagen de "madre", seamos mujeres que nos cuidamos durante el embarazo para lucir como siempre a los pocos meses de dar a luz.

De mis dos embarazados (el primero frustrado), os puedo dar los siguientes consejos:

- Primer trimestre: es el de los malestares varios. En mi caso concreto nunca he sentido nauseas, vómitos o ascos a los olores, pero son molestias muy habituales. Yo lo que tenía siempre era un sueño invencible, y sufrí varios mareos bastante fuertes (como en las películas).

Trata de descansar todo lo que puedas, te vas a encontrar mal, muy mal, hagas lo que hagas, así que cuídate, mímate, y descansa, lo vas a agradecer.

Otra cosa que debes comenzar a tener en cuenta es el peso, trata de no coger más kilos de lo debido, en el primer trimestre se supone que no debes engordar aún nada. Yo cogí 5 kilos en ese periodo. Vas a tener más hambre del habitual y ansia por comer, te va a costar pero reprímelo o come fruta, tu cuerpo te lo agradecerá, yo aún estoy pagando por el exceso de peso durante el embarazo.

Si estás en verano, mucho cuidado con el sol, con el embarazo te vuelves fotosensible, y te quemarás con mucha facilidad. Utiliza una protección muy alta y no te pongas al sol, si quieres evitar las manchas solares, que además se quedarán ahí de por vida.

- Segundo trimestre: de repente un buen día te levantas y te encuentras de maravilla, bienvenida al segundo trimestre. Aquí es cuando se va a comenzar a notar el embarazo, sobre todo a partir del quinto mes. Probablemente comiences a sentir las piernas cargadas, la circulación se resiente mucho, muchísimo, durante el embarazo. Un consejo, ponte medias de compresión, las venden especiales para embarazas, que tienen una compresión un poco más suave que las que venden en las farmacias (yo recomiendo la marca Varicel del Corte Inglés), así evitaras que se te llenen las piernas de varices. Yo las usé desde el tercer mes hasta el final de embarazo y no tengo ninguna variz, sólo me han salido un par de arañas vasculares muy pequeñas.

También es el momento de comenzar a cuidar la piel de tu abdomen. Aquí os traslado los dos consejos que me dieron dos madres de familia numerosa que no tenían estrías, yo los seguí los dos, y a pesar de haberme puesto como un tonel tampoco tengo ninguna. La primera me dijo que ella mezclaba un poco de aceite rosa mosqueta con Nivea de la lata azul, yo eso lo usaba por la mañana, la segunda me recomendó el aceite de almendras dulces, me lo ponía por la noche. No sólo debes utilizar productos antiestrías en el abdomen sino también en el pecho, caderas y muslos, pues la piel de dichas zonas también se verá sometida a estiramiento por el aumento de volumen en los próximos meses.

Hay mujeres que notan como su dentadura se resiente, les sangran las encías y se les mueven los dientes, si es tu caso visita al dentista. Yo no noté nada en la boca, pero en contraposición se me llenó la nariz de heridas, que han estado ahí hasta que dejé de dar el pecho.

- Tercer trimestre: a estas alturas ya no puedes ocultar que estás embarazada, tienes un tripón tremendo. Mis consejos, no olvides darte dos veces diarias los productos antiestrías, continúa con las medias de compresión, protégete del sol, y cuida tu peso. Este último punto es fundamental, yo gané un total de 26 kgs, una barbaridad, mi hijo tiene tres meses y aún me sobran 11 kgs, pero lo peor fue que me generé un pinzamiento en la espalda por el sobrepeso, y me duele horrores, cuida lo que comes durante el embarazo, por tu imagen y por tu salud.

domingo, 16 de junio de 2013

Dostinex


Como ya he contado en este blog, recientemente he dejado de dar el pecho a mi hijo. Tenía mis buenos motivos, de salud.

Tras intentar la retirada saltándome tomas (el método natural, decía mi ginecólogo), me tomé unas pastillas llamadas Dostinex, cuyo efecto consiste en inhibir la prolactina, que es la hormona que hace que las mujeres tras dar a luz produzcamos leche.

A las horas de tomármelas comencé a buscar desesperadamente por internet comentarios sobre este medicamento, para ver si la reacción que yo estaba teniendo la habían sufrido otras mujeres y por tanto era normal. Lo único que encontré fue una mujer en el foro En Femenino, que preguntaba si alguien se las había tomado, tras lo cual las talibanas de la teta que pueblan dicho foro la machacaban sin piedad. Por eso he decidido escribir esta entrada, para que si otra mujer busca por internet pueda encontrar información.

Como digo el Dostinex inhibe la prolactina, pero no es algo inmediato. Se vende en un frasquito en el que vienen dos pastillitas que hay que partir por la mitad, se toma una mitad cada doce horas durante dos días. Una vez que te los has tomado no se puede poner al bebé a mamar porque pasa a la leche y sería malo para él/ella (son hormonas), y te dicen que tampoco puedes usar el sacaleches porque volverías a producir leche, y se trata precisamente de retirarla.

Pero como digo no dejas de producir leche de forma inmediata. ¿Qué ocurre cuando produces leche y no la sacas? que se acumula. Pues eso, el pecho se me comenzó a llenar de bultos duros como piedras. Varias horas después dichos bultos eran enormes y me dolían como me han dolido pocas cosas. No podía ponerme derecha, ni coger al bebe, ni respirar.

Me fui a urgencias. Iba tan encorvada que parecía el jorobado de Notre Dame. Como no podía levantar los brazos, no me atreví a conducir, bueno por eso y porque no me veía capaz de abrocharme el cinturón de seguridad, tuve que llamar a un taxi.

Allí me recetaron ibuprofeno cada seis horas, y antibiótico cada ocho (lo que unido al antibiótico de las matitis, hace que en estos tres meses haya tomado más antibiótico que en los últimos diez años), así como una dosis extra de Dostinex (que finalmente no me hizo falta). Me dijeron que tenía una mastitis masiva en ambas mamas, y que si quería me sacara un poco de leche para aliviar la presión y me pusiera frío.

Esa noche me vacié los pechos con el sacaleches todo lo que pude, porque no soportaba el dolor (tenía los pechos el cuádruple de su tamaño) algo totalmente contraindicado con la retirada, pero necesitaba aliviarme, y me metí en la cama con bolsas de hielo en el pecho.

Lo que más alivia es el hielo.

Poco a poco ha ido bajando la inflamación, y los bultos han disminuido. Aunque aún sigo tomando antibióticos (ha pasado una semana).

Cuando fui a consulta con mi ginecólogo me dijo que dado que no había tenido fiebre no creía que fuera una mastitis, sino una ingurgitación a lo bestia. Y que él me había advertido que la retirada con pastillas era dolorosa, lo cual es cierto, pero yo no pensé que tanto.

En resumen, la retirada con pastillas es muy muy dolorosa, probablemente necesites medicación adicional para mitigar sus efectos. No vas a poder coger al bebé en unos días, ni levantar los brazos por la inflamación de las mamas. Durante varios días se te va a seguir saliendo la leche, sobre todo después de la ducha, y tendrás que ponerte hielo a todas horas para mitigar el dolor. Pero todo eso, es normal.

Nota del 31 de enero de 2020:

Hola, soy la autora del Blog.

Son muchos los comentarios que ha llegado y siguen llegando a lo largo de los años a esta entrada, gracias por leerme, pero su intención no era otra que compartir mi experiencia y dar visibilidad a lo mal que se pasa al tomar este medicamento, pero ni soy médico, ni enfermera, ni nada parecido, sólo soy madre y escritora.

Por favor, no busquéis consejos médicos por Internet, para eso están los profesionales sanitarios, que tienen años de estudios a sus espaldas para poder ayudarnos. Una retirada de leche con pastillas es algo muy serio, se pasa muy mal, y puede tener complicaciones, aquí nos apoyamos, nos entendemos, y compartimos experiencias, pero no damos consejos médicos.

Gracias.

Nuevas teorías sobre la crianza de lactantes


Como la mayoría de las madres sabemos, de un tiempo a esta parte ha cambiado mucho la forma de criar a los lactantes. Es lo que mi madre denomina "esas teorías modernas", y que chocan a veces, y bastante, con los consejos de madres y abuelas, que además se sienten muy ofendidas porque dicen que parece que ellas no hayan criado hijos. 

Os aseguro que he presenciado más de una discusión entre madres, hijas y abuelas por éste tema.

Sinceramente, creo que en lugar de hacer caso a las teorías modernas, hay que hacer caso a nuestras madres y abuelas, ¿por qué? precisamente por eso, porque son nuestras madres y abuelas, y ellas criaron a sus hijos sin tanta historia ni tontería como hay ahora, de hecho, muchas ni siquiera llevaban a sus hijos al pediatra, y tenían como único recurso de crianza la sabiduría popular fruto de la experiencia y transmitida de generación en generación. La misma sabiduría popular que contradicen las teorías modernas.

Esta semana he llevado a mi hijo a un pediatra nuevo en el Hospital de San Rafael, a ver si me daba una solución al estreñimiento que padece desde que nació. Mi madre me acompañaba, para mi sorpresa me dijo señalando a mi madre

- A ver, ¿para qué están las abuelas?, que pasa que no preguntas a tu madre - dijo el médico.

- Yo es que con todas la teorías modernas que pululan ahora, no me atrevo a aconsejar nada, no vaya a ser que vaya a meter la pata - respondió mi madre.

- Bueno, hay teorías y teorías. A ver, que se le da de toda la vida a un niño estreñido.

- Zumo de naranja.

- Pues eso.

- Pero, ¿no se supone que hasta los seis meses no pueden tomar más que leche?- respondí yo.

- Tú dale zumo de naranja, y escucha a tu madre.

Conclusión, que confirmó lo que yo venía pensando desde hace tiempo, que muchas de las cosas nuevas que dicen ahora son más que discutibles, y que antes que discutir con madre y abuelas, es mejor escucharlas, que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y sino pongo un ejemplo, cuando yo nací los pediatras recomendaban poner a dormir a los niños boca abajo para prevenir la muerte súbita, mi abuela puso el grito en el cielo y le dijo a mi madre que ni se la ocurriera, que los recién nacidos no se pueden dar la vuelta si se ahogan al vomitar. Yo dormí siempre de lado. Años después se demostró que al poner a los bebés boca abajo se había disparado el índice de niños fallecidos por el síndrome de muerte súbita. Ahora te dicen que los pongas boca arriba.

Las teorías modernas más señaladas son:

- Lactancia a demanda: ahora los pediatras y matronas te dicen que la lactancia debe ser a demanda, es decir, cuando lo pida el bebé, no con horario. Yo la verdad es que no sé como se puede hacer de otra manera, los bebés comen cuando tienen hambre, lo que ocurre es que eso suele ser cada dos o tres horas, de ahí los famosos horarios.

Sin embargo, ésto es como todo en la vida, que se lleva a los extremos. Los defensores a ultranza de la lactancia a demanda (que suelen ser los talibanes de la teta), lo que hacen es que cada vez que el niño hace buaa por el motivo que sea, le meten la teta en la boca, tenga hambre, gases, sueño, sed o tontería. Vamos que se la enchufan a todas horas. Dicen que es el pecho no sólo es alimento, que es cariño, compañía... pues miren a un niño se le puede dar cariño de otra manera, no hay necesidad de darle de comer a todas horas. A mi juicio están haciendo una generación de obesos. El pecho o el biberón hay que darlo cuando el niño tenga hambre y ya, porque además sino no haces otra cosa.

Por otro lado, tampoco entiendo a los defensores de los horarios a ultranza. Los bebés suelen seguir una pauta temporal, pero no es matemática, unas veces tienen hambre a las tres horas, otras cada cuatro, a veces cinco o a veces dos. ¿Qué hacen cuando tiene hambre antes? porque lloran que se cae la casa abajo (aparte que me parece una crueldad dejar llorar a un bebé de hambre), y si o tiene hambre, ¿le hacen comer igual?, a mi no me gustaría nada.

Una tía mía el otro día me contaba que a ella le dijeron con mi primo (que tiene 40 años), que ya desde recién nacido tenía que respetar la noche, que la última toma se la diera a las doce de la noche, y no le volviera a dar hasta las seis de la mañana. Conclusión, no dormían porque mi primo lloraba que se volvían locos, hasta que se hartó y le empezó a dar de comer. Todos los que tenemos hijos sabemos que los recién nacidos no tienen horarios, no distinguen el día de la noche, y eso de dormir 6 horas del tirón, no pasa hasta el tercer mes.

Vamos, que ni lo uno, ni lo otro.

- Sólo leche: muchos pediatras dicen que los bebés hasta los seis meses sólo tienen que tomar leche, ni agua, ni zumos, cuando de toda la vida se les han dado precisamente zumos para el estreñimiento, agua en verano, e infusiones para los gases.

Nuevamente, esta postura suele coincidir con los talibanes de la teta, pues indican que si tiene sed que le pongas al pecho que la leche materna contiene mucha agua, lo que choca frontalmente con lo que dicen madres, abuelas, bisabuelas, y pediatras no pertenecientes a la secta de la teta como el mío que me ha mandado zumo para el estreñimiento, e infusiones para los gases.

- Dar el pecho en público: antiguamente ver el pecho de una mujer que no fuera la esposa, era algo así como presenciar el milagro de Fátima, pero claro, los tiempos han cambiado. Ahora vemos pechos en el cine y la televisión a diario, lo que ha desmitificado en parte esa zona de la anatomía femenina. Así ocurría, que antes era impensable que una mujer que alimentara a su hijo con leche materna le diera de comer fuera de su casa, lo que las confinaba sin remedio a no poder ir prácticamente a ningún lado. Ahora hay mujeres que dan de mamar a sus hijos en cualquier situación y lugar, para escándalo de muchos.

Pues en mi opinión no hay que escandalizarse por ver a una mujer amamantar a su hijo, porque es que sino la pobre no puede salir de casa. Y hay que pasar de miradas y comentarios. Yo he dado el pecho en público, para tremendo horror de sin ir más lejos mi propia madre, que se dedicó a preguntar a todas las mujeres que conocía que habían dado el pecho (ella no pudo) si lo habían hecho alguna vez fuera de casa, para mi sorpresa las que eran más o menos de su edad, respondían que nunca. Que horror, yo después de recuperarme del parto lo único que quería hacer era salir de mi casa.

Ahora eso si, hay mujeres que se sacan la teta tal cual, así, como si fuera un solomillo, delante de quien sea sin pararse a pensar que pueden importunar a alguien. Y es que hay formas y formas de hacer las cosas. Para todo en esta vida hay que saber ser discreta. Yo he visto a mujeres dar el pecho en público, sin que se le haya visto nada. La elegancia y la discreción son dos grandes virtudes.

- Los famosos anises: cualquier que tenga una madre de más de 60 años habrá oído contar aquello de lo mejor para los gases de un lactante son los anises estrellados. Probablemente si su nieto tiene gases insistirá hasta el fin de los días para que se de dicha infusión, la cual curiosamente está actualmente prohibida su uso en bebés.

Se lo comenté a mi pediatra, y me respondió que por muchos avances que haya efectivamente la infusión de anís estrellado es lo mejor para los gases, pero que los anises que venden ahora no son españoles, que eran los de toda la vida, vienen de China (como no), y han provocado convulsiones a más de un bebé, por eso se prohibió su uso en lactantes.

- Lactancia hasta los dos años: según la OMS la alimentación para un bebé debe ser lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y complementaria con alimentación hasta los dos años.

Vamos, yo ni de coña le daba el pecho hasta los dos años, y es la misma opinión de la mayoría de las madres con las que he hablado (que son unas cuantas).  Es más, la mayoría de las madres españolas que dan el pecho, lo hacen hasta que vuelven a trabajar, que como todos sabemos en España es a los cuatro meses. La duración de la baja por maternidad en este país hace imposible cumplir con la primera recomendación de la OMS, pero es que además la mayoría de las madres utilizan la vuelta al trabajo como excusa para el destete porque aunque las matronas te dicen que continúes, no sé muy bien como se compagina con el horario laboral. Una compañera mía lo hizo, y al segundo día tenía un dolor de pecho horroroso (todas sabemos que la acumulación de la leche tras varias horas sin dar de mamar, hace que el pecho se endurezca y duela), a la semana se le retiró la leche.

Sé que hay mujeres que les dan hasta los dos años y más. Me parece estupendo, pero seguro que no trabajan, y si lo hacen, me parece algo extraordinario.

Antiguamente el pecho se daba hasta que el niño se destetaba, y si se iba haciendo mayor y continuaba mamando, todo el mundo recriminaba a la madre por consentirlo demasiado.

Creo que lo decían antes es lo correcto, porque vamos que hace un niño que ya tiene hasta dientes mamando del pecho de su madre. ¿Qué lo dice la OMS? pues que quieren que les diga la credibilidad de dicho organismo para mi cayó hasta límites históricos cuando hicieron comprar a los Estados no sé cuantas toneladas de medicamentos contra la gripe A, y luego resultó ser todo una estratagema de los laboratorios farmacéuticos para vender a mansalva.

-Duración de las tomas:  antes se decía que una toma de pecho debía durar cuarenta minutos, veinte con cada pecho. Ahora te dicen que te olvides del reloj, que el niño esté el tiempo que quiera en cada pecho y se desenganche sólo, el motivo según dicen es que la composición de la leche materna varía durante la toma. Como no soy médico, y por supuesto no he analizado la leche materna, no puedo ponerlo en duda.
 
- Colecho: los talibanes de la teta, y los padres happy flowers, practican el colecho, que básicamente consiste en meter al niño en la cama contigo para darle de mamar durante la noche. Yo no lo veo, lo siento, además mi pediatra una de las primeras cosas que me dijo fue "no metas al niño contigo en la cama que es muy pequeño". A mi modo de ver, la cama de los padres no es el lugar más adecuado para que duerma un bebé, a mi me daría miedo aplastarle mientras duermo, la verdad, o que se ahogue con las sábanas, que no es una cama para su tamaño. Y por otro lado dicen que es que favorece la lactancia materna, pero ¿y cómo le dan el pecho? ¿tumbados? lo veo complicado. Yo me ponía el moisés al lado de la cama y cuando lloraba, le cogía y me sentaba en la cama a darle el pecho.
Una amiga de mi madre, cuyo hijo practicaba el colecho le preocupaba que la niña durmiera con sus padres por el sudor de los adultos. Eso a mi si que no se me habría ocurrido nunca.  

Quería compartir una historia que me han contado este fin de semana. Ocurrió hace más de 75 años.

Como muchas sabréis antiguamente las "señoras" no daban el pecho a sus hijos, para eso estaban las nodrizas. Pues bien, la bisabuela de una amiga mía tuvo mellizas, y la nodriza sólo tenía leche para alimentar a una de ellas, a otra la daban sopitas de leche, que vete tú a saber que era eso, pero fuese lo que fuese no debía alimentarla mucho porque falleció.

Que horror. Cada vez que mi bebé llora pidiendo comer esta historia me viene a la cabeza. Pobre bebé.

Lo malo es que no es la primera vez que oigo historias relativas a gemelos o mellizos fallecidos porque sus madres, o en este caso su nodriza, no tenía suficiente leche para dos.

Benditas leches de fórmula que permiten que hoy día sobrevivan todos los bebés que nacen, al menos, en el primer mundo.

domingo, 9 de junio de 2013

Mi experiencia con la lactancia materna, 2ª parte

Hola de nuevo,

Hace poco publiqué aquí una entrada en la que contaba como había sido mi experiencia dando de mamar a mi hijo. Al finalizarla comentaba que le estaba dando tomas de pecho y de biberón.

Pues bien, finalmente le he tenido que dejar de dar el pecho. Este jueves comencé a notar un dolor muy intenso en el pecho izquierdo después de cada toma, era como si me clavaran agujas ardiendo por los laterales, no se me quitaba por mucho ibuprofeno que me tomara. El viernes ya apenas soportaba el dolor en ese pecho, que ya no sólo era al final, sino durante el enganche y toda la toma.

A través de mi sociedad médica contacté telefónicamente con una matrona, quien me indicó que podía ser o un hongo o una inflamación de los conductos de la leche. Cuando la conté todos los problemas que había tenido en ese pecho, me contestó que no era normal y que ella seguiría dando de mamar sólo con el derecho. Eso fue por la mañana.

Por la tarde me fui a urgencias a la clínica donde di a luz. La ginecóloga que me atendió tras decirla que había tenido ya en ese pecho tres ingurgitaciones y dos mastitis, me preguntó si en varios embarazos, cuando la respondí que no, que los últimos dos meses y medio, me respondió que como seguía dando el pecho.

Tras examinarme, me indicó que lo que tenía era una inflamación de los conductos mamarios, y que estaba otra vez reteniendo leche. Resulta que tengo los conductos de la leche más estrechos de lo normal en el pecho izquierdo, y por eso tengo tantos problemas. Asimimo me dijo que la morfología de mi mama no iba a cambiar, por lo que los problemas iban a continuar, que ella me aconsejaba la retirada de la leche.

Ayer estuve todo el día dándole vueltas, amén de sufrir todo el dolor. Esta mañana tras darle el pecho al niño casi ni le podía coger en brazos. Ya no podía más, así que tras más de un mes de estar en el armario de mi cocina durmiendo el sueño de los justos, me he tomado las pastillas de la retirada, que ya me había recetado mi ginecólogo tras la segunda mastitis.

Las pastillas se llaman Dostinex, y tienen una lista de efectos secundarios más larga que la los Reyes Godos, me las he tomado con bastante aprensión la verdad. Espero que no me pase nada. Llevo todo el día un poco mareada, es uno de los efectos que menciona el prospecto, espero que sea el único, porque otros son bastante graves.

Por otro lado me ha quedado una sensación de frustración, porque finalmente no he sido capaz de alimentar yo misma a mi bebé, algo que como ya conté me hacía mucha ilusión. Pero supongo que cuando me deje de doler el pecho, me sentiré mejor incluso anímicamente.

domingo, 2 de junio de 2013

Mi experiencia con la lactancia materna:


Como ya he contado en entradas anteriores de este blog, he sido madre recientemente.

El 20 de marzo de este año, a las 23:15 horas, tuve un precioso bebe de 51 cm y 3,650 kgs. El bebe más bonito que he visto en mi vida, y que me tiene más enamorada cada día que pasa (a pesar del sueño, jajaja). Sin embargo, como ya he contado aquí, el principio de mi maternidad ha sido muy difícil (aunque ahora estoy encantada), tal y como he descubierto que les ocurre a todas las madres. Pero en mi caso además, hay que añadir problemas con la lactancia, que quiero compartir porque buceando en foros en descubierto que los tiene más gente, y espero que mi experiencia les sirva a otras madres recientes o que lo vayan a ser próximamente.

Cuando se hace la inútil preparación al parto, te hablan mucho de la lactancia materna. Que es lo mejor para tu bebe, que además te ayuda a recuperarte del parto y previene el cáncer de mama. Todo lo anterior es cierto y nadie lo pone en duda, pero te lo pintan todo muy, muy bonito y maravilloso, y no es así, yo desde luego hubiera agradecido que me contaran toda la verdad para así poder tomar una decisión con fundamento y teniendo pleno conocimiento de donde me estaba metiendo.

Sinceramente me siento engañada.  

A ver, planteemos lo siguiente, si dar el pecho fuera algo tan maravilloso ¿por qué hay tantos grupos y talleres de apoyo a la lactancia materna? ¿por qué no los hay para dar el biberón? La respuesta es muy sencilla, porque no es algo fácil, ni en muchas ocasiones maravilloso, ni bonito. Al contrario, es duro y doloroso. A mi me hubiera gustado saberlo.

Mi calvario comenzó al poco de nacer mi hijo. Al ingresar me preguntaron si quería lactancia materna o artificial, y yo respondí que materna sin dudar.

Quiero dejar claro por anticipado que yo QUERÍA dar el pecho a mi hijo, por encima de lo que me dijeran, sin tener en cuenta comeduras de tarro, sin más, para mi formaba parte del hecho de ser madre, era una parte intrínseca de la maternidad. Es más, cuando otra mujer me comentaba que se había operado el pecho para reducirlo o aumentarlo, yo siempre pensaba, ¿y después podrá dar el pecho a sus futuros hijos?, porque me parecía algo absolutamente irrenunciable.

El caso es que al decir que elegía la lactancia materna, me pusieron al niño al pecho ya en el paritorio, y lo dejaron conmigo toda la noche para que mamara. Hasta ahí bien. Al día siguiente, no tardé en notar el tremendo dolor que supone el enganche, por más que digan lo contrario, dar el pecho duele al principio, por más que se empeñen en decir lo contrario (claro que debe ser porque si lo dejaran claro muchas madres directamente empezarían con el biberón).

En el hospital las enfermeras me controlaban en cada toma que el enganche fuera correcto, siempre cogiendo parte de la aureola. Cuando les preguntaba que cuando me dejaría de doler, siempre me daban evasivas. Finalmente se lo pregunté a mi ginecólogo, y sin rodeos, me respondió: "dar el pecho duele". Lo ratifico. Duele el enganche, y los pezones por la presión continuada del bebe (que de verdad, que parece que tenga dientes), y durante la toma sientes un dolor que comienza en la axila y sube por la espalda, por lo hablar de las subidas de leche, es como si te clavaran agujas en los costados de los pechos.

Mi hijo tiene ahora más de dos meses, el dolor ha disminuido.

Respecto a la subida de la leche, se supone que es a las 48 horas en caso de parto natural, y a las 72 en caso de cesárea. A mi me tardó una semana. También se supone que mientras te sube la leche el niño toma los calostros, que dicen es suficiente para alimentarle. Dicen... Al segundo día mi hijo lloraba desconsoladamente a todas horas, y buscaba sin parar. Creo que llegué a tenerle al pecho seis horas seguidas, es más, estuvo todo su segundo día de vida sin hacer pis ni caca, y para mi desesperación nadie me daba una solución.

Y es que vivimos un momento en el que las mujeres sufrimos una fuerte presión por parte del sistema sanitario para que demos el pecho, y parece que dar a tu hijo un biberón es como darle arsénico. Conozco casos en los que no se ha respetado la voluntad de la madre de no dar el pecho, y se han negado a proporcionarle la medicación que impide la subida, así como a darles un biberón (a una amiga mía de la infancia, a la que le dijeron abiertamente que era una mala madre, la presión para hacer algo que no deseaba la costó una depresión postparto en toda regla). Me parece digno de denuncia. De hecho a mi un enfermero me dijo, ante mi insistencia en que mi hijo lloraba desconsoladamente de hambre, que si quería me traía un biberón bajo mi responsabilidad... Finalmente, la enfermera de noche al ver que no hacía caca ni pis, me trajo un biberón, milagrosamente el niño se cayó.

Los dichosos talibanes de la teta, como yo les llamo, estaban matando a mi hijo de hambre.

La presión para dar el pecho ha llegado hasta a la televisión, en el programa Bebé a bordo, se hace mucho hincapié en el tema. Es más, en uno de los programas, una madre tenía unas grietas tremebundas en el pecho, y el padre compra biberones y leche, y la tía del programa, que no, que tenía que darle el pecho, que la leche materna es lo mejor. Vamos a ver, si tiene el pecho tan mal, la duele, y se encuentra hecha unos zorros, pues que le den un biberón, vamos a ver, que el niño tiene que estar bien, pero la madre también. ¿Qué problema hay?

La pediatra al ir darme el alta, me dijo que pusiera en cada toma al niño primero al pecho, para ver si así me subía la leche (ya por fin, se habían apeado del burro), y luego le diera el biberón. Lo mejor fue que al ir a ver a la matrona del ambulatorio, de la que ya he hablado en otro post, y contarle ésto, me dijo que como podía haber consentido que me dijeran que no tenía leche, que los calostros son leche. No me levanté y la estampé contra la pared (estaba yo calentita con el tema de los calostros, claro), no sé por que, en lugar de eso la expliqué que el niño no mojaba el pañal, y que había perdido mucho más peso del normal en los primeros días, su respuesta fue que la culpa era mía que seguro que le estaba quitando tomas, que la lactancia era a demanda, y no se cuantas gilipolleces más. Me fui.

Comenté lo mismo con la pediatra del ambulatorio en la primera revisión. Cuando le dije que había estado sin hacer pis ni caca, puso el grito en el cielo, y me dijo que no pasaba nada por darle biberón. El pediatra del seguro privado, me dijo lo mismo. Lo que me lleva a la conclusión de que matronas y enfermeras se están metiendo donde no las llama nadie, y ratifica mi teoría de que no te puedes fiar lo mismo de alguien que ha estudiado tres años, que de alguien que ha estudiado diez.

En fin, como yo no tenía previsto darle biberón a mi hijo, al darnos el alta mi marido se tuvo que ir corriendo a comprar  biberones, leche, y un esterilizador. Todo un estrés a sumar a lo que supone la llegada a casa con un bebé para unos padres primerizos.

Yo le ponía en cada toma al pecho, y luego le daba el biberón. A la semana de nacer, comencé a tener leche, si llego a hacer caso a los talibanes de la teta, mi niño se me muere de inanición. Progresivamente fui bajando la cantidad de biberón.

Ya tenía leche, ahora venía la segunda parte. Según me subió, tuve una mastitis en el pecho izquierdo. Como acababa de dar a luz, y estaba hecha unos zorros, me acerqué al ambulatorio, que para eso lo tengo al lado. Como era Semana Santa no estaba mi doctora, el que me vio me confirmó que tenía una mastitis, que me pusiera frío y calor, y empezara todas las tomas por ese pecho, pero que no sabía que otra solución darme que debería verme la matrona. Pero como era Semana Santa, la matrona estaba de vacaciones, y no había otra matrona en todo el distrito de Fuencarral. Vivan los recortes en la Seguridad Social. Claro que la culpa fue mía por no irme de urgencias a Santa Elena (privado) donde había dado a luz.

La mastitis se mal curó, a base de empezar todas las tomas con ese pecho, darle al saca leches como si me fuera la vida en ello, y ponerme frío y calor. Pero ese pecho se me ha quedado muy resentido y siento un dolor muy intenso cada vez que inicio la toma, cuando en el derecho ya no siento dolor.

En busca de ayuda mandé un correo electrónico a la Liga de la leche, pese a todo quería dar el pecho a mi hijo. Me respondieron diciendo que las tomas con ese dolor son muy duras (menos mal), y que me acercara a una reunión para ver si era un problema de enganche (los talibanes de la teta lo solucionan todo diciendo que es un problema de enganche), cuando el de mi niño es perfecto, de eso se encargaron en el hospital. Aparte sus reuniones me pillan a tomar vientos, y deberían saber que una madre con un recién nacido como que no se desplaza tan fácilmente.

A las tres semanas, tuve otra mastitis en el mismo pecho. Yo creo que la primera no se curó bien. Está vez me fui a mi ginecólogo. Tenía fiebre, un dolor absolutamente inhumano en el pecho que me impedía levantar el brazo y hasta respirar, y un bulto duro como una piedra y rojo y caliente como el sol, en la parte inferior del pecho. Le dije a mi médico que si para quitarme el dolor tenía que cortarme el pecho, que lo hiciera. Es más, yo creo que si me hubieran dado un cuchillo me lo hubiera cortado yo misma. Se rió y me recetó ibuprofeno, nototil, y antibióticos durante una semana, amén de comenzar todas las tomas con ese pecho.

Si la mastitis ya duele, dar el pecho con mastitis, debería estar catalogado como tortura por la ONU. Claro que hay que hacerlo, porque precisamente la mastitis es una infección de leche retenida (ni que decir tiene que ingurgitaciones he tenido unas cuantas)y tiene que salir, si no se puede formar un acceso de pus, que me habría supuesto pasar por el quirófano para abrir el pecho y ponerme un drenaje.

Tras superar la mastitis, pedí que me retiraran la leche.

Se puede hacer de dos maneras, una natural eliminando progresivamente tomas que se sustituyen por biberón, o con un vendaje compresivo y tomando unas pastillas. Yo compré las pastillas, pero no me las tomé, aún las tengo en el armario de la cocina. Finalmente fui eliminando tomas.

Claro que siempre hay algún talibán de la teta (que te miran como si estuvieses matando a alguien por darle al niño un biberón) que te cuenta el caso de Fulanita o Menganita, que fíjate supero una mastitis y luego le dio el pecho hasta los dos años, "ya pero es que yo llevo dos en mes y medio", y entonces te cuenta la historia de no se quien que claro hasta tuvo un acceso y la tuvieron que operar, y aún así siguió dando el pecho porque dijo que ella no le daba un biberón a su hijo (ni que llevaran cianuro), y fíjate le crió estupendamente con un sólo pecho. Claro que quien te cuenta ésto, o es hombre, o nunca ha tenido una mastitis.

Es increíble lo que una madre se tiene que justificar hoy día si le da a su hijo un biberón. Si hasta opina gente que literalmente pasaba por allí, como suele decirse y no conoce tus circunstancias. A mi hijo tuvieron que repetirle la prueba del talón, porque salio dudoso en fibrosis quística, y cuando me preguntaron en el Gregorio Marañón el tipo de lactancia y dije mixta, las enfermeras empezaron que por qué, que eso no podía ser, que quitara el biberón, y yo que sé cuantas cosas más.

Aparte del dolor, lo que me traumatizada de la lactancia materna exclusiva es que prácticamente no puedes hacer otra, algo que tampoco te cuentan. En los "estupendos" libros sobre bebés, te dicen que cada niño se toma su tiempo en las tomas, unos tardan 10 minutos, otros 5, mi hijo tardaba hora y media. Ahora sólo tarda tres cuartos de hora. Lo he comentado con otras madres, y todas tienen el mismo problema, las tomas son interminables. Cuando se lo comentaba al pediatra, se limitaba a decir "Jesús" o "eso es que quiere estar contigo, porque ya tiene que tener la capacidad de vaciar el pecho en 5 minutos" Y una leche. Además, las tomas son cada tres horas, porque ahora te cuentan que la lactancia es a demanda, pero al final son cada tres horas como han sido toda la vida de Dios. Pero como las tres horas se cuentan desde el inicio de la toma, no desde el final, entre una y otra tienes una hora y pico para ducharte, comer, satisfacer tus necesidades fisiológicas, y lo más importante dormir. Al mes de dormir una hora y media, despertar, dar el pecho hora y media, dormir hora y media.... y eso en una buena noche, yo quería tirarme por la ventana. Lo mejor, la matrona del ambulatorio, que me dijo "es que es así, si quieres hacer lactancia a demanda" ¿quieres?, quien ha dicho que yo quiera hacerlo a demanda. Lo siento, soy algo más que alimentación, soy una persona y reclamo mi derecho a seguir siéndolo.

Los talibanes de la teta te dicen no des un biberón al niño, aunque sea de tu propia leche, porque luego te podría rechazar el pecho, mentira, es para que la madre no vea lo rápida que es una toma con biberón.

Como ya he contado en otro post, yo tuve un postparto horroroso, una episotomía abierta, dos mastitis, y una depresión, unido a la falta de sueño, casi acaban conmigo. Lo siento, yo necesitaba dormir, y no me considero mala madre por eso. Si no le hubiera dado su padre algún que otro biberón, yo no habría podido ni ir al médico.

Cuando comencé con la retirada de la leche, todo mejoró. Al darle biberones, acababa antes, lo que me dejaba más tiempo. Y no quería el tiempo para irme de marcha o de compras, sino para dormir, ducharme, ir al baño o poner una lavadora. Poco a poco fui dejando de ser una persona pegada a un sofá, para volver a ser progresivamente un ser humano con vida propia. Además, yo necesitaba salir de casa, llevaba meses confinada en ella, y con el pecho eso es complicado, porque primero lo de sacarme la teta en cualquier lugar como hacen muchas mujeres a mi no va, y segundo es muy incómodo dar el pecho si no se tiene un buen apoyo de espalda y de niño.

Mi hijo tiene ahora dos meses y dos semanas, y continúo dándole el pecho, aunque no todas las tomas. He llegado a un equilibrio que para mi es perfecto, porque las tomas de biberón me dan tiempo, y le sigo dando el pecho, que pese a todo, es algo que yo siempre he querido hacer. ¿Por cuánto tiempo? no lo sé.

No quería terminar este post, sin hacer referencia a todos los mensajes de apoyo de otras madres que recibí sin parar (una, que es muy comunicativa, y le contaba a todo el mundo lo que la pasaba). Eran muchas las que me contaban que para ellas dar el pecho fue una experiencia traumática. Eso deberían contarlo en la preparación al parto.

Además, quería hablar del libro fetiche de los talibanes de la teta. Está escrito por un pediatra, del que no voy a dar el nombre. Me lo he leído de cabo a rabo, y según avanzaba en la lectura de más mala hostia me ponía. Comienza el libro indicando que buena madre es la que da el pecho (ahí, para que te sientas culpable), continua comparándonos con orangutanes (mire, soy un mamífero, pero orangután lo será tu ......), y después comenta como en los países del tercer mundo se da más el pecho que los desarrollados. Y digo yo ¿no será porque no tienen otra cosa?, porque mire, mi abuela le dio el pecho a mi madre un año, y a mi tía durante dos, y entre grietas y mastitis, y como estaba en un aldea de Lugo (lo que es algo así como el entorno rural en superlativo), y no tenía acceso a servicios médicos en condiciones, vamos como ahora en el tercer mundo, se le cayó un pezón (pobre mujer, lo que me he acordado de ella). Pero es que no tenía otra cosa con la que alimentar a sus hijas, vamos que si la hubieran dado un biberón, con los dolores que tuvo que pasar...

Este maravilloso libro, indica que hay que volver a lo que se hacía antes. A saber, el pecho a demanda, no cada cuatro horas (señor, es cada tres, pero bueno), cuando como ya he comentado los niños siguen una pauta temporal para las tomas, y si no es así no creo que ningún padre le deje sin dar de comer al niño porque no es la hora, por Dios, si lloran que se cae la casa abajo. También dice que hasta los seis meses sólo pecho, ni agua, ni zumos, ni infusiones. Pues a ver si nos aclaramos, porque si hay que volver a lo que se hacía antes, a los niños de toda la vida se les han dado infusiones, zumo de naranja para el estreñimiento, y agua en verano... por no hablar de que los pediatras ya te hacen darles cereales cuando cumplen cuatro meses.

Por supuesto, nada de biberones, si hay que darle leche extraída (Dios no quiera que se les de otra cosa), con cucharita. Eso es porque como la madre vea lo rápido que toma el biberón, se replantea muchas cosas.  Claro que también dice que los cólicos del lactante no son gases, que son ganas de mimos y teta (claro, tú coges al niño y le das algo para los gases y deja de llorar, pero no, no son gases), y que la salida de los dientes no duele (claro, por eso los niños chupan los mordedores como si les fuera la vida en ello). En fin...

Pero es que además, se supone que el pecho hay que darlo hasta los dos años, lo que supone continuar al volver al trabajo. Y da consejos del tipo, que se lo des en el autobús (como se nota que es hombre y no lo ha dado nunca, porque hacerlo en el autobús, me parece un prodigio de habilidad), o que no pasa nada si el niño no quiere comer mientas tú no estés, que ya se recuperará mamando como una fiera por la tarde y la noche (eso, y luego te vas a currar sin dormir, pero claro es que eso es lo hacen las buenas madres).

Sin embargo, lo acojonante, es que hay quien le hace caso. Es más en la preparación al parto nos hablaban de estas cosas, y se supone que son profesionales. Por no hablar de las madres que lo siguen al pie de la letra. Yo en ningún momento me planteé siquiera dar el pecho más allá de la baja por maternidad, como para dárselo hasta los dos años.

Desde que nació mi hijo y comencé a tener problemas con la lactancia, me he dedicado a hablar del tema con todas las madres que conozco, quería conocer su experiencia. La mejor fue una tía mía que me hablaba de que en su empresa había una sala de lactancia, para que las mujeres que continuaban dando el pecho se extrajeran la leche, y la guardaran en neveras, que lo propusiera en mi empresa. Me estoy imaginando la cara de los de RRHH si lo propongo. Por cierto, mi tía crió a mi primo con biberón.

A la presión para que des el pecho (durante dos años) se une, una nueva tendencia a tratar de que no pidas la epidural. Eso es algo que este señor dice en su libro, y que la matrona me dijo en la preparación al parto. Mi médico me mandó al anestesista sin más (aleluya, VIVA la epidural). A mi ésto me empieza a recordar al parirás con dolor, lo que me hace pensar que si todas damos el pecho, nos tienen confinadas en casa, y con suerte hasta dejamos de trabajar...

En pleno apogeo de mis problemas con la lactancia, durante la segunda mastitis, yo le daba a mi hijo el pecho llorando de dolor, y dándome de cabezazos contra la pared. Mi bebé se asustaba, y yo llegué a comenzar a sentir un fuerte rechazo hacia él, porque sentía que por su culpa tenía ese dolor. Sinceramente, creo que el verdadero regalo para toda la vida, es que los niños tengan una madre cariñosa, que les quiera y les críe con amor, y sobre todo que lo haga todo de manera que disfrute de su maternidad.

Eso si tras dos meses, las hormonas más reposadas, y con menos sueño, decir que ser madre es la mejor experiencia de mi vida.