miércoles, 10 de julio de 2013

Claves para una correcta lactancia materna:


Vista desde fuera, la lactancia materna puede parecer muy sencilla y bonita. Algo para lo que la propia naturaleza nos dota a las mujeres de lo necesario para llevarla a cabo. Sin embargo, toda mujer que ha dado de mamar sabe que no es así.

Lo malo es que cuando haces la inútil preparación al parto te la pintan como algo muy bonito, y que además es lo mejor para ti y el bebé. No te preparan para llevarla a cabo correctamente, lo que es un grave error. La única opción que te dan es que acudas a los talleres de lactancia materna una vez hayas dado a luz, cuando moverte de casa es poco "más" complicado.

Lo primero que hay que saber es se van a tener los pezones tan sensibles que no se soporta ni el roce del camisón, por lo que una buena provisión de sujetares de lactancia (hasta se duerme con ellos) es imprescindible, así como los consabidos discos de lactancia, que se usan tanto para evitar las pérdidas de leche, como para mitigar la sensibilidad de los pezones.

Nunca se debe dar de mamar sólo con el pezón, sino que el bebé debe tener en su boca la mayor parte de la aureola que pueda. Si no se hace así aparecerán grietas, que resultan muy dolorosas. Si tienes dudas acerca del enganche, en el mismo hospital donde des a luz, puedes pedir a una enfermera que lo revise. Como digo es muy importante.

Para desenganchar al bebé del pecho, nunca hay que tirar, sino introducir un dedo dentro de la boquita del niño retirando así la mama. El bebé al mamar hace vacío, por lo que si tiras te saldrán heridas.

La piel de los pezones se resiente mucho, utiliza después de cada toma una pomada para lactancia. La más usada es purelán, porque no hace falta lavar el pecho antes de cada toma.

Las tomas son eternas. Lo normal es que duren entre una hora y hora y media los primeros meses. Hay quien te dice que a los dos meses el niño tiene la capacidad de vaciar un pecho en cinco minutos, pero no es verdad. Yo he hablado con un montón de madres, y tomas dicen lo mismo, como mínimo cuarenta minutos. No hay que poner tiempo a las tomas, tienes que dejar que el niño se desenganche sólo. Hay que ofrecerle primero el pecho por el que terminara la toma anterior, dejar que lo vacíe, y ofrecerle el otro del que deberá tomar lo que quiera.

El pecho después de cada toma tiene que quedar blando. Es importante que no te quede leche retenida porque se puede desencadenar una mastitis, que es una infección de la mama. Utiliza el sacaleches si tu bebé no vacía por completo el pecho. Si en notaras un bulto duro en el pecho, acude rápidamente a tu médico, puede ser una ingurgitación que es precisamente leche retenida, y que tiene que salir, ya que si se infecta puede, como digo, desencadenar una mastitis. La mastitis produce fiebre, la zona infectada estará dura como una piedra, roja y caliente al tacto, a parte de generar un dolor más intenso aún que las contracciones del parto. Pero lo peor es que como esa leche tiene que salir le tienes que seguir poniendo al pecho al niño, y eso si que duele. Se tratan con antibióticos y calor antes de las tomas.

Por mucho que haya quien se empeñe en lo contrario, dar el pecho duele. Te dolerá el enganche, es normal, puede que con suerte el resto de la toma no. Además, tras semanas dando el pecho duelen los pezones por la constante presión, y probablemente durante las tomas te suba un dolor desde el lateral del pecho hasta la espalda, es normal.

El mejor aliado para dar el pecho, además del purelán y el sacaleches, es un buen cojín de lactancia. Sirve para apoyar al niño, y así que no te duela la espalda. Intenta tener siempre una buena higiene postural, son muchas horas las que pasarás dando el pecho, y tu espalda lo agradecerá.

Si adquieres un sacaleches, te recomiendo que sea eléctrico, no hay nada peor que estar dándole a la manivela del manual durante horas. Si quieres hay tiendas como Prenatal, donde te los alquilan.

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