martes, 13 de junio de 2017

Culpabilidad

En más de una ocasión he leído que el estado natural de una madre es sentirse culpable. Y tengo que decir que es una gran verdad. Supongo que el nivel de autoexigencia que nos imponemos es tan alto, que hace que al final nunca podamos ser como la imagen de nosotras mismas que proyectamos en nuestras cabezas.

Pero empecemos por el principio, ¿qué es para mi una madre? una madre es aquella persona que te cuida cuando eres pequeño, se desvela y está pendiente de ti en todo momento, y te hace la vida imposible cuando eres adolescente, para luego convertirse en tu guía en la vida adulta, eso es una madre, y no necesariamente tiene porque ser la persona que te ha parido. Recuerdo un relato de mi admirada Almudena Grandes, en la que una mujer ya adulta, recuerda su infancia a cargo de una muchacha de servicio, porque su madre estaba demasiado ocupada haciendo vida social, la persona que le compraba los uniformes del colegio era su madre, si, pero la criada que la consolaba de las pesadillas por la noche era su mamá.

A mi madre la crió mi bisabuela, mi abuela trabajaba de sol a sol, en una conservera de pescado, en el campo, con los animales, y en casa, no trabajaba más porque el día no tenía más horas. Mi madre llamaba mamá a su abuela, porque mi abuela era su madre, pero su mamá era mi bisabuela.

La madre de una amiga de mi hijo, es rumana, y cuando llegó a España su primer trabajo fue de interna cuidando a unos niños. Cuando encontró un trabajo mejor lo dejó, pero seguía yendo a visitar a esos niños, hasta que un día la madre le dijo que no volviera, porque los niños la querían mucho y lo pasaban fatal cada vez que la veían y se volvía a marchar.

Cuando pienso en mi propia infancia, la primera imagen que me viene a la memoria es la de mi madre, omnipresente, siempre cuidándome, era ama de casa y no tenía nada mejor que hacer. Sin embargo, cuando crecí su omnipresencia me asfixio en muchas ocasiones, y sólo deseaba que trabajara para poder darme un poco de tregua.

Mi tía materna siempre ha trabajado, igual que su madre, y a su vez a su hijo lo crió mi abuela. Una mujer de éxito, que en muchas ocasiones ha sido el espejo en el que yo me he mirado, la persona a imitar, y que un día me dijo que si miraba atrás no le había merecido la pena.

Hace poco a mi jefa, directiva en una gran multinacional, otra mujer de éxito, se le saltaron las lágrimas cuando al decirla que aumentaba mi reducción de jornada tras tener a mi segundo hijo, me dijo que hacía bien porque ella se había perdido la infancia de sus hijos, y nadie se la iba a devolver.

La hija de la mejor amiga de mi madre no trabaja, se dedica a vivir bien y cuidar de sus hijos, yo muchas veces lo pienso, sobre todo cuando noto que no puedo ni pararme a respirar y la envidio. Pero su madre me dijo hace unos meses, que su hija quería volver a trabajar pero era difícil tras 9 años en casa, que que bien había hecho yo combinando el trabajo con el cuidado de los niños.

Yo soy una madre trabajadora que le está robando horas al sueño (y tiene mucho acumulado) para poder escribir unas líneas a la 1 de la mañana, porque lo único que recuerda haber querido hacer siempre en esta vida es escribir, pero que no puede apenas ni contestar al whassap. Trato de llegar a todo y no puedo con nada. Hoy he ido al médico después de trabajar y mi hijo mayor me ha preguntado al llegar que donde estaba, estaba atendido, pero no por mamá. No quiero quedar con nadie (aunque me obligo a ello) porque siento que les robo tiempo a mis hijos, si paso la tarde con uno de ellos me siento culpable por el otro, sé que si no trabajara me asfixiaría en casa (o no), sé que me gusta trabajar, pero tras dos meses y medio siento que me estoy perdiendo a mi bebé, y me siento culpable. Sé que algún día crecerán y pasarán de mi, pero ahora necesitan mis cuidados, y no llego. Cuando me incorporé, al llegar a casa mi bebé se ponía como una moto, ahora sólo me sonríe.

¿Qué nos pasa a las madre que nunca estamos contentas? ¿por qué es tan difícil? y eso que ahora podemos conciliar, no quiero ni pensar como se sentía mi suegra, otra madre trabajadora y en su caso, sin apoyo familiar.

En muchos libros sobre maternidad, dicen que los lazos que se establecen con el primer cuidador son para toda la vida, pero ¿y si ese primer cuidador, sólo lo es durante unos meses, cuando precisamente menos consciencia se tiene? ¿qué ocurre entonces? no lo dicen, aunque está claro que si la autora del libro fuese madre diría que sentirse culpable.

2 comentarios: